Las tinturas son una excelente manera de conservar las propiedades de las plantas, transformadas en un concentrado líquido que se prepara a menudo aprovechando las virtudes disolventes del alcohol, y que tienen algunas ventajas:
- Versatilidad: las tinturas pueden utilizarse con multitud de finalidades, ya sea en uso interno, externo, como materia prima para realizar otros preparados, en baños, cosmética natural, etc.
- Concentrado de propiedades: muy pocas gotas concentran las propiedades de una buena cantidad de planta.
- Las plantas duran más así: alargan la vida de nuestras plantas medicinales en el botiquín natural.
- El alcohol puede extraer más propiedades: en muchos casos el alcohol es capaz de extraer más principios activos que el agua de la infusión o de la decocción.
- Escogemos la materia prima y la podemos usar muy fresca: podemos bien adquirir toda la materia prima en nuestro sitio de confianza, o emplear la planta recién cortada que hayamos cultivado nosotros mismos.
- Disponibilidad de las plantas: la tintura nos garantiza que tendremos la planta por más tiempo en perfectas condiciones disponible en la despensa, sin tener que preocuparnos por renovar productos periódicamente para un momento de necesidad.
- Cuando hay poco tiempo o se tiene poca ayuda: pueden ser una buena solución para quienes tienen poco tiempo, o para aquellos que viven solos o no tienen a nadie que les pueda hacer preparados de plantas cuando están en baja forma y se las quieren tomar.
Aquí comparto una de las muchas maneras de interpretar y de hacer las tinturas en la medicina del pueblo:
INGREDIENTES
- Plantas: Cuando hablamos de plantas nos referimos tanto a las hojas, tallos, flores, cortezas, como a sus raíces y semillas o frutos.
Si podemos realizaremos los macerados con planta fresca, esto acorta la duración de las tinturas, pero enriquece bastante el producto final en cuanto a sus propiedades.
Siempre haremos las tinturas con plantas cultivadas de forma orgánica para garantizarnos un macerado libre de restos de tóxicos. - Alcohol: Se suele preferir el vodka o el aguardiente u orujo, al ser más neutros, aunque sirve cualquier otro similar como brandy, ron, etc. La graduación puede oscilar entre un mínimo del 40% de alcohol, prueba de 80, y hasta el 70%, prueba de 140. Si lo que se quiere extraer son resinas, entonces nos inclinaremos por las graduaciones más altas.
Debe usarse siempre alcohol apto para consumo. Si se va a emplear sólo de forma externa, también nos serviría el alcohol que venden en las farmacias, el clásico de 96º o 70º, pero con este jamás haremos preparados para uso interno.
PREPARACIÓN
- Llenar los Envases
Buscaremos envases de cristal que podamos cerrar bien, limpios y esterilizados, y los llenaremos con la planta ya sea entera, cortada, picada, molida, pulverizada... dependiendo de nuestras preferencias. Lavaremos y secaremos bien las plantas si son frescas. Después rellenamos el envase hasta arriba con el alcohol, removemos todo el contenido, lo cerramos y lo almacenamos en un lugar oscuro pero cálido, por ejemplo un armario de la cocina. No hay que olvidar etiquetarlo bien, detallando la fecha y los ingredientes.
- Método simple:
- Planta fresca: se llena el envase hasta arriba con la planta. Si la hemos picado o cortado llenamos el envase sin apretar, si la planta está entera o casi entera, entonces podemos apretarla bien en el envase pues aún así quedará bastante espacio para el alcohol.
- Planta seca: se llena el envase desde una cuarta parte hasta tres cuartas partes, dependiendo de la planta que estemos usando, de si está pulverizada, cortada o entera, y de lo concentrada que queramos la tintura. Hay que tener en cuenta que la planta seca va a absorber alcohol, por lo que si llenamos demasiado el envase puede que al final apenas nos quede tintura.
- Método al peso/volumen:
- Planta fresca: una parte de planta por dos de alcohol, 1:2. Por ejemplo, 100 gramos de planta, 200 ml. de alcohol.
- Planta seca: una parte de planta por cinco de alcohol, 1:5. Así por 100 gramos de planta seca se usarían 500 ml. de alcohol.
- Maceración y filtrado
- Maceración: en general a partir de 7-15 días de maceración ya podemos tener la tintura hecha, y se puede dejar hasta varios meses. Un promedio de entre 4-6 semanas puede ser una buena opción.
Durante el período de reposo de la tintura agitaremos el envase o removeremos el contenido periódicamente, mejor a diario, observando siempre que la planta quede totalmente cubierta por el alcohol. Los primeros días podríamos notar que el nivel de alcohol desciende, hay que cubrir de nuevo hasta arriba. - Filtrado: es aconsejable al filtrar usar coladores de tela, varias gasas, algodón, filtro de papel, un paño bien esterilizado... etc. para poder extraer bien todo el líquido que la planta ha absorbido y que es extremadamente valioso, y a la vez asegurarnos de que no quedan restos de planta en la tintura.
Pasaremos la tintura a un envase de cristal oscuro, etiquetaremos el envase detallando la fecha y el contenido, y almacenaremos en un lugar alejado de fuentes de calor y de la luz, también se pueden coservar en el refrigerador.
- Maceración: en general a partir de 7-15 días de maceración ya podemos tener la tintura hecha, y se puede dejar hasta varios meses. Un promedio de entre 4-6 semanas puede ser una buena opción.
- Tiempo de vida de una tintura: Todo dependerá de las condiciones de conservación y de manipulación, de la graduación del alcohol utilizado, si se ha hecho con la planta fresca (mayor contenido de agua) o seca, etc., pero en general se puede decir que una tintura de planta seca puede mantenerse un mínimo de 5 años en buen estado. Si se ha hecho con una planta muy rica en agua la duración puede ser bastante menor, desde semanas, meses, hasta varios años. Cuanta más agua tenga la materia vegetal, y menor sea la graducación del alcohol, menor será el tiempo de duración. Podemos guardarla en el frigorífico para que se conserve por más tiempo.
- Un consejo: al principio de hacer tinturas podemos caer en la tentación de preparar mucha cantidad. Por eso es recomendable valorar de antemano cuánta vamos a necesitar realmente y ajustarnos a esa medida.
USO DE LA TINTURA
- Uso Interno: Las tinturas fabricadas por uno mismo tienen la ventaja de poder contar con una materia prima excelente y un proceso que garantiza una magnífica calidad, pero desconocemos la concentración de principios activos pues las plantas no siempre tienen la misma cantidad, dependiendo de la época, lugar de recolección, proporciones al preparar la tintura, etc, por lo lo que a la hora de ingerirlas siempre hay que mantener muy presente el principio de precaución y de la dosis mínima.
- Diluida en agua: se puede empezar por entre 2 a 5 gotas, varias veces al día (por ejemplo 3 veces) disueltas en un poco de agua, infusión, zumo.... y se puede llegar hasta 20-25 gotas por toma o incluso más, dependiendo de mútiples factores, y de si vemos que apenas notamos el efecto en dosis menores. En algunos casos puntuales se pueden llegar a tomar unas pocas gotas cada pocos minutos (por ejemplo tintura de jengibre en caso de acidez estomacal hasta que se pase).
- Uso externo: Las tinturas pueden ser un excelente complemento en uso externo y las posibilidades de aplicación son diversas.
Se pueden usar directamente o mezcladas con otros elementos para desinfectar, masajear un área dolorida, en un baño, añadidas a preparaciones cosméticas, para problemas de piel, cabello, como enjuague bucal, gargarismos... etc.
También se pueden utilizar a modo de compresa. Las compresas se pueden preparar de muchas maneras, bien empapando un paño en la tintura pura, o en la tintura diluida en agua, infusión, vinagre... Podemos tapar la compresa con un paño seco para potenciar su acción.
Las propiedades de una tintura son las mismas que las de la planta fresca o seca, así que si queremos saber para qué sirve sólo tenemos que guiarnos por las características medicinales de la planta en cuestión.
PRECAUCIONES
No hay que caer en el miedo infundado a los preparados de plantas, al menos no más en general del que deberíamos tenerle a cualquier medicamento de venta libre cargado de posibles efectos secundarios, pero tampoco en la inconsciencia de pensar que los remedios naturales son inocuos. Las tinturas como concentrados muy activos de las virtudes de las plantas, pueden ser tóxicas si se sobrepasan las dosis adecuadas. Así pues, tendremos muy en cuenta las recomendaciones sobre toxicidad de cada planta y seremos conscientes de que una tintura tiene mayor potencial de toxicidad al ser un concentrado.
No todas las plantas son adecuadas para preparar en tintura, algunas pueden ser muy tóxicas, por lo tanto antes de hacer una tintura hay que asesorarse bien.
Tampoco es recomendable, a no ser que un médico lo indique, complementar el uso de medicamentos con las tinturas, pues es poca la información y los estudios que hay sobre interacciones.
La cantidad de alcohol que ingerimos con la tintura es realmente baja, sobre todo si tenemos en cuenta que sólo se toman por gotas, que además no son alcohol puro, sino que solamente tienen una proporción del mismo. No obstante, aquellas personas que no deban tomar alcohol, deben evitar las tinturas.
Fátima Solé
Naturópata
IMPORTANTE: EL CONTENIDO DE ESTE ARTÍCULO TIENE ÚNICAMENTE FINALIDAD EDUCATIVA, EN NINGÚN CASO ES O SUSTITUYE LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.
Algunos libros en los que podéis ver diferentes formas de preparar tinturas y algunas fórmulas:
- Salud de la Botica del Señor, María Treben, Editorial Ennsthaler, 2012
- Secretos y Virtudes de las Plantas Medicinales, Selecciones del Reader's Digest, 1981
- Plantas y Flores Medicinales, Aldo Poletti, Ediciones Parramón, 1983
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