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viernes, 29 de septiembre de 2017

Soufflé de queso azul

Ingredientes:

  • 3 huevos grandes, ó 4 chicos, claras y yemas por separado 
  • 30 g de manteca
  • 30 g de harina
  • 200 ml de leche a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de jugo de limón
  • 125 g de queso azul desgranado (+ ó - según su intensidad de sabor)
  • Parmesano finamente rallado para para espolvorear los ramekines
  • Sal, pimienta negra recién molida y nuez moscada

Preparacion:

  1. Enmantecamos los ramekines, los espolvoreamos con el parmesano y llevamos a frío.
  2. En una cacerolita derretimos la manteca, le incorporamos la harina y cocinamos hasta que comience a burbujear. 
  3. Retiramos del fuego, volcamos dentro la leche y, siempre mezclando, retornamos al fuego; una vez rompe el hervir condimentamos y cocinamos hasta lograr una salsa espesa. 
  4. Retiramos del fuego, le agregamos el queso azul desgranado y, mientras mezclamos, las yemas.
  5. Batimos las claras a punto de nieve, adicionando hacia el final la cucharadita de jugo de limón. 
  6. Incorporamos 1/3 del batido a la bechamel y mezclamos con una cuchara de madera hasta integrar; añadimos el resto realizando con una espátula movimientos suaves y envolventes desde el centro hacia afuera.
  7. Llenamos los ramekines hasta ¾ y horneamos a 180* por 20’a 25’ hasta que se vean inflados y dorados, cuidando no abrir el horno antes de los 15’
  8. Retiramos y servimos de inmediato. Los que sobren se desinflarán.
Nota:
  • Un ramekín es un pequeño recipiente de bordes altos y rectos, usado generalmente para hornear porciones individuales de varias recetas. Es término de origen francés, que, a su vez, deriva del flamenco. El material con el que se elabora los ramekines suele ser diverso, desde vidrio hasta cerámica o barro cocido, con el objeto de que puedan soportar las temperaturas de un horno casero. Suelen tener una capacidad que va desde 60 hasta 250 ml.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Sopa paraguaya rellena

La sopa paraguaya se puede rellenar con un preparado de carne vacuna o de pescado, como surubí o atún, salteado previamente con cebolla, cebollita de verdeo, locote y un ají picante o ky’y~i, para darle más sabor.

Ingredientes:

  • 1 kg de harina de maíz
  • 250 g de manteca o grasa de cerdo
  • 100 cc de aceite
  • 500 g de cebolla
  • 800 g de queso Paraguay
  • 3 cditas. de sal fina
  • 2 tazas de leche o suero
  • 6 huevos

Preparacion:

  1. Pelar y cortar en rodajas las cebollas. Rehogar en una sartén con el aceite y un poco de sal, hasta que queden transparentes. Retirar del fuego y reservar.
  2. Batir la manteca o la grasa hasta que esté cremosa.
  3. Agregar los huevos de a uno y seguir batiendo. Salar. 
  4. Desmenuzar 250 g de queso Paraguay y agregar al batido. 
  5. Incorporar la harina de maíz cernida previamente, alternando con el suero o la leche. Mezclar todo hasta lograr una consistencia espesa pero no fluida.
  6. Aceitar una asadera de 30 x 40 cm y volcar una parte de la preparación. Encima distribuir la cebolla rehogada y el queso en rodajas finas. Cubrir con el resto de la preparación.
  7. Llevar al horno precalentado a temperatura máxima 250 a 300 °C por 25 o 30 min. Si lo prepara en el tatakua, la cocción será más rápida.


miércoles, 27 de septiembre de 2017

Sopa tataipy o sopa paila

Anteriormente se colocaba la paila al rescoldo, encima del carbón, y sobre la tapa nuevamente se colocaba más carbón encendido. De esta manera, no hacía falta darla vuelta. De ahí el nombre de tataipy porque se cocinaba al costado del fuego principal.

Ingredientes:

  • 500 g de harina de maíz
  • 250 g de cebolla
  • 150 cc de aceite
  • 300 g de queso Paraguay
  • 3 huevos
  • 1 taza de suero o leche
  • Sal, a gusto

Preparacion:

  1. Pelar y cortar en rodajas las cebollas. Rehogar en una sartén con el aceite y un poco de sal, hasta que queden transparentes. Retirar del fuego.
  2. Agregar la taza de suero o leche, el queso Paraguay desmenuzado y la harina de maíz cernida. Revolver muy bien hasta que los ingredientes se integren.
  3. Aceitar una paila o sartén de 30 a 35 cm de diámetro. Se puede utilizar una olla o sartén teflonada. Colocar la preparación de manera que quede de 3 cm de alto, y llevar al fuego suave, tapada, hasta que se cocine bien del lado de abajo, aprox. unos 10 min. 
  4. Con la ayuda de la tapa, dar vuelta y cocinar del otro lado, siempre a fuego bajo, por aprox. 7 a 8 min.

martes, 26 de septiembre de 2017

Pato ka’e

Ingredientes:

  • 1 pato (limpio, sin vísceras)
  • 1 diente de ajo
  • 2 cebollas
  • 1 cda. de orégano fresco picado
  • 1 mazo de perejil picado
  • 2 cebollitas de verdeo
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cda. de manteca
  • 4 cdas. de salsa de soja
  • Sal y pimienta

Guarnición:

  • 2 cebollas
  • 2 papas
  • 1 cabeza de ajos

Preparacion:

  1. En una olla grande colocar 2 litros de agua, llevar al fuego y agregar la hoja de laurel, el ajo y cebollas, bien picaditos.
  2. Cuando rompa a hervir, colocar el ave entera junto con el perejil, tomillo, orégano y sal. El caldo debe cubrir totalmente a la presa, lo que ayudará a que la cocción sea uniforme.
  3. Dejar cocinar a fuego medio hasta que la carne de pato esté tierna (aproximadamente una hora y media), con la olla tapada. Si necesita más líquido durante el proceso, puede agregar más caldo o agua caliente.
  4. Retirar el pato del caldo. Cortar las cebollas y las papas groseramente, y colocar en la asadera aceitada como colchón. Encima ubicar el ave. Salpimentar, rociar con la salsa de soja y pintar con la manteca para que adquiera un mejor color.
  5. Llevar al horno precalentado a 180 °C hasta que se dore bien por todos lados y se cocine la guarnición.

Rollo de omelette con queso

Ingredientes
  • 6 huevos
  • 1 taza (240 ml) de leche
  • 1/2 taza (60 g) de harina de trigo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
  • 1 taza (115 g) de queso cheddar rallado 
Preparacion
  1. Precalienta el horno a 230 ºC (450 ºF). Engrasa ligeramente una charola para galletas molde para hornear de 23x33 centímetros.
  2. Coloca los huevos, leche, harina, sal y pimienta en el vaso de la licuadora. Tapa y licúa bien. Vierte dentro del molde.
  3. Hornea en el horno precalentado, hasta que se cuaje, aproximadamente 20 minutos. Espolvorea con el queso.
  4. Con mucho cuidado separa las orillas del molde. Enrolla con mucho cuidado, empezando por el lado más angosto y largo. Coloca el rollo de omelet con el extremo hacia abajo y corta en 6 rebanadas del mismo tamaño.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Rora (y Rorá Kamby)

El rorá es la harina de maíz pisada, molida y tostada. Una vez bien pisado se remoja con agua tibia, salada y se pone en el tostador a cocinarla. Se sigue remojando hasta que se cueza bien y luego se saca en una fuente y se aprieta con la espumadera; se tapa con un mantel de modo que con el vapor termine su cocimiento. Otra forma es hervir los granos y molerlos, es una harina fresca que se mantiene en la heladera, como máximo, por una semana, o en el freezer por dos meses. si la harina tiene un olor fuerte o ácido es porque ya está pasada, y no conviene utilizarla en ninguna preparación. 
Luego se come la harina así preparada con leche (kamby)

Ingredientes:
  • 750 g de harina de maíz; ½ cda. de sal gruesa; 
  • 250 cc de agua aprox.
Preparación:
  1. Colocar la harina de maíz en una fuente y rociarla con agua salada. 
  2. Mezclar con los dedos de manera que la harina se humedezca. 
  3. Colocar en una olla y cocinar a fuego lento revolviendo constantemente, hasta que el maíz vaya tomando un color amarillo más oscuro.
    Si es necesario, seguir remojando con un poco de agua hasta que se cueza bien.
    El tiempo puede ser cercano a 10 minutos. 
Nota
  • Para el Rorá Kamby, luego de la preparación del rorá, falta retirar de la olla, dejar enfriar y servir con leche fría (kamby).

domingo, 24 de septiembre de 2017

Rora kyra

Ingredientes:

  • 600 g de harina de maíz
  • 400 g de cebolla en rodajas
  • 1 taza de suero o leche
  • 250 g de queso Paraguay
  • 100 cc de aceite de maíz
  • 2 cditas. de sal fina

Preparacion:

  1. Cortar las cebollas en rodajas y rehogarlas en una olla con el aceite y la sal. 
  2. Cuando están transparentes, agregar el suero o leche. Revolver y, cuando rompa el hervor, agregar la harina de maíz en forma de lluvia, y el queso desmenuzado, mezclando constantemente con una cuchara de madera hasta que se cocine, aproximadamente unos 10 min a fuego lento.
  3. Si necesita un poco más de líquido, puede agregar más leche o suero, pero no debe quedar muy floja ni fluida.
  4. Servir caliente como plato principal en el almuerzo del Viernes Santo.


Harina de Maiz Paraguaya, Avatiku'i

La harina de maíz (avati morotî -maíz blanco-),  Avatiku'i, que se utiliza para platos como la Sopa Paraguaya, Sopa tataipy o sopa paila, es la que se obtiene luego de hervir los granos y molerlos, es una harina fresca que se mantiene en la heladera, como máximo, por una semana, o en el freezer por dos meses. Si la harina tiene un olor fuerte o ácido es porque ya está pasada, y no conviene utilizarla en ninguna preparación.


domingo, 17 de septiembre de 2017

Tostada de arroz con leche y cardamomo

de Fernando Canales
Ingredientes:
  • 60 g de arroz especial postres
  • 350 g de leche
  • 30 g de azúcar
  • 2 bolitas de cardamomo
  • 1 cucharadita de cardamomo en polvo
  • 50 g de nata
  • Harina
  • 2 Huevos
  • Aceite de oliva
  • Azúcar granillo
Preparacion:
  1. En primer lugar, preparamos el arroz. Para ello, lo cocemos en la leche a fuego lento durante 20 minutos.
  2. Pasado este tiempo, añadimos los 30 g de azúcar, las bolitas de cardamomo y la nata. Removemos y cocinamos tres minutos más.
  3. Seguidamente, disponemos la mezcla en un molde y dejamos enfriar hasta que esté bien cuajado.
  4. Después, desmoldamos la masa y la cortamos en porciones.
  5. Las pasamos por harina y huevo y las freímos en aceite de oliva.
  6. Cuando estén bien doradas las escurrimos sobre papel de cocina.
  7. Mezclamos el cardamomo en polvo con un poco de azúcar.
  8. Emplatamos las tostadas, espolvoreamos con el azúcar aromatizado y servimos.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Chutney

En la cocina india el chutney o chatni (del hindi chatni) es una variedad de especias dulces y picantes, originaria del oeste de la India.
En el idioma hindi, la palabra equivalente a ‘hacer chatni’ se emplea comúnmente como ‘aplastar’. Esto se debe a que en el proceso de elaboración del chutney es necesario aplastar diversos ingredientes.
En Europa y Estados Unidos el chutney es más familiar como producto envasado. Para este propósito se le añade aceite vegetal, vinagre o zumo de limón, para potenciar las propiedades conservantes.
Aparte de las diferentes variedades, las especias comunes empleadas suelen ser la asafétida (Ferula assafoetida,llamada hing en hindi), el comino, el cilantro y el fenogreco.

Ingredientes:
  • 3 kilos de tomates, 
  • 4 manzanas, 
  • 2 vasos de vinagre, 
  • 150 gr. de azúcar negra, 
  • 1 taza de agua, 
  • 1 cucharada de sal, 
  • 1/2 colita de jengibre, 
  • 2 dientes de ajo.
Nota:
  • Los tomates se pueden reemplazar por duraznos frescos o secos.
Preparacion:
  1. Colocar en una cacerola de barro, 3 kilos de tomates, 4 manzanas, 2 vasos de vinagre, 150 gr. de azúcar negra, 1 taza de agua, 1 cucharada de sal, 1/2 colita de jengibre, 2 dientes de ajo.
  2. Cocinar a fuego suave por 30 minutos, 
  3. Pasar por un tamiz y continuar la cocción a fuego suave por lo menos 30 minutos mas. 
  4. Dejar enfriar y colocar en frascos. 
Chutney de frutas

Ingredientes (para 9 frascos aprox.)
  • 2 kg. de manzanas
  • 1 kg. de peras
  • 1 ½ kg. de tomates maduros
  • 2 kg. de azúcar (es aconsejable que al menos la mitad sea morena)
  • 500 gr. de uvas pasas
  • 1 lt. de vinagre de vino
  • 1 cucharadita de pimienta de cayena
  • 1 cucharadita de pimienta negra
  • 1 cucharadita de jengibre molido
  • 2 cucharadas de sal
Preparacion
  • Añadir el vinagre, el azúcar, la sal y todas las especias en una cazuela grande.
  • Llevar a fuego moderado hasta que se disuelva la preparación.
  • Pelar y cortar la fruta en dados.
  • Añadir la fruta a la cazuela y dejar que hierva.
  • Cocer a fuego lento durante dos horas, cuidando de que no se pegue. Se recomienda revolver con una cuchara de madera.
  • Cuando la mezcla haya adquirido una consistencia espesa, retirar del fuego.
  • Distribuir el Chutney en frascos de vidrio mientras se mantiene caliente, cerrarlos con firmeza y colocarlos boca abajo hasta que se hayan enfriado.
Nota: si los frascos no se abren con facilidad, pueden guardarse hasta períodos de un año. Caso contrario, será conveniente consumirlos sin mucha demora, pero siempre después del mes de elaboración.



miércoles, 13 de septiembre de 2017

Causa a la limeña

La causa a la limeña, causa limeña o simplemente causa, es un plato típico y muy extendido de la gastronomía del Perú que tiene un origen precolombino ya que en el antiguo Perú era preparada con papa amarilla la cual tiene una textura muy suave, amasándola con ají triturado; aunque también se puede elaborar con cualquier otra variedad de papa.
En la época del virreinato entre los siglos XVI y XIX, se le agregó el limón y deviene en la forma actual tanto en su presentación preferente como en los ingredientes utilizados.
Este plato es elaborado sobre la base de papa amarilla peruana, limón, ají, lechuga, huevo cocido, palta y aceitunas negras. Esta preparación admite diversas variantes, como causa rellena de atún, de pollo, de mariscos u otras variedades de carnes blancas. Se sirve con un ligero baño de mayonesa.
Su nombre viene del quechua: Kausay que significa "sustento necesario" y "alimento", o "lo que alimenta", como se le llamaba también a la papa.
Existe otra hipótesis sobre el nombre, aunque este plato netamente limeño ya existía desde el Virreinato, no tenía una denominación específica; fue con la llegada del libertador José de San Martín que para solventar los gastos de la campaña militar, en las esquinas de las calles limeñas se vendía este plato para apoyar en "LA CAUSA" de la independencia; es en este contexto en que el plato ganó el nombre de "Causa".

martes, 12 de septiembre de 2017

Torre tipo 'Causa Limeña'

Ingredientes:
(dos porciones individuales)

  • 2 unidades papas medianas
  • 1 lata de atún INCA
  • 200 grs Aceitunas verdes
  • 2 unidades de zanahoria
  • Mayonesa c-n
  • Queso rallado c-n

Preparacion:

  1. Esta receta se puede hacer en dos aros para que queden dos porciones prolijas e iguales. Si no tienen aros, pueden hacerla simplemente en una fuente redonda o cuadrada y servir con una cuchara directamente de la fuente.
  2. Por un lado cortar las papas en cubos pequeños y hervir. Reservar.
  3. Mezclar la lata de atún con la mayonesa y formar una pasta.
  4. Cortar las aceitunas en cuartos o cuadraditos chicos, según más les guste. Pelar, cortar en rodajas finas y hervir las zanahorias hasta ablandar un poco.
  5. Colocar el aro sobre el plato directamente ( si no tienen, van a colocar todo en la fuente). Hacer una capa con las papas y con una cuchara aplastarlas un poco haciendo presión. Rociar con un poco de oliva y un poco de sal. Por encima, colocar la mezcla
  6. de atún, luego las aceitunas, seguir con la zanahoria y por último cubrir con queso rallado.
  7. Las aceitunas suelen ser muy saladas con lo que no hace falta agregar mucha sal a esta receta, más que a las papas al principio. Decorar con hojas de perejil.


Sándwich cubano

El sándwich cubano es un bocadillo que suele encontrarse en Cuba y en ciertas regiones de Estados Unidos donde la comunidad cubana es importante como Miami y Tampa, Florida.​En otros países como Panamá y Colombia, está ampliamente difundida como comida rápida. Está elaborado de pan cubano tostado a la plancha y queso loncheado con lonchas de cerdo asadas preferiblemente al carbón y jamón de pierna, es un error pensar que se usa jamón de sándwich ó visking.
Los sándwich cubanos (a veces denominados "medianoche", o "Cuban Pressed Sandwich") son uno de los productos más típicos de los menús de las cafeterías y restaurantes en Cuba desde mediados de 1800.
Se diseñó para ser en sí mismo una comida completa. Lo que nunca lleva de ingredientes son: tomate, lechuga, zanahoria, mayonesa, espárrago.
Ingredientes principales: Pan "cubano" , jamón tipo lacón cocido, lechón, lonchas de queso, pepinillos en salmuera, y también se puede añadir salsa mostaza picante.
Es también un clásico en Miami.
En otros países como España, se considera sándwich cubano al mixto con huevo.

Ingredientes

  • 1 barra de pan
  • 3 o 4 lonchas de cerdo asado
  • 3 lonchas de jamón york o jamón cocido
  • 3 lonchas de queso suizo
  • Pepinillos en vinagre
  • Mostaza
  • Mantequilla

Preparación

  1. En una sartén calentamos una nuez de mantequilla. Cuando se haya derretido y esté caliente añadimos el cerdo asado, roast pork. Doramos por ambos lados y lo reservamos. Yo he utilizado cerdo asado para esta receta, pero si no tenéis preparado cerdo asado casero. Podemos sustituirlo por jamón asado del que encontraremos en cualquier gran superficie.
  2. Hacer este sándwich con roast pork le da un punto inmejorable. Si no lo tenéis no dejéis de prepararlo, lo cambiamos por otro tipo de fiambre de cerdo sin problema.
  3. Partimos la barra de pan por la mitad y untamos una generosa capa de mostaza en una de las partes. Ahora empezamos con las lonchas de cerdo asado que doramos en la sartén. Siempre directamente sobre la mostaza, por encima lo cubrimos con el jamón york, los pepinillos en vinagre y el queso suizo en lonchas.
  4. Colocamos la capa superior del pan y con un pincel de cocina lo untamos exteriormente, por ambos lados con mantequilla.
  5. Ponemos el sándwich en una sandwichera y los tostamos hasta que quede dorado. Si no tenéis sandwichera podemos usar una sartén. Con una espumadera mantenemos presionado el bocadillo en todo momento para que se quede aplastadito y el queso se derrita.


El sandwich cubano de la película 'chef'

Ingredientes
(4 bocadillos generosos)
Para el cerdo

  • 1500 g de paleta o brazuelo de cerdo deshuesado, sin la parte de grasa
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 100 ml de zumo de naranja
  • Zumo de un limón
  • Ralladura de la piel de una naranja
  • 8 dientes de ajo
  • 1 cucharada de orégano
  • 1/2 cucharada de comino en polvo
  • 1 taza (o un puñado grande) de hojas de perejil
  • 1/2 taza de hojas de menta o hierbabuena

Además

  • 2 barras de pan
  • 8 lonchas de jamón cocido o asado
  • Pepinillos en vinagre
  • Queso en lonchas
  • Mostaza
  • Mantequilla a temperatura ambiente

Preparación

  1. Machacar los dientes de ajo en un mortero con el orégano, el comino, la ralladura de naranja y un poco de sal.
  2. Cuando tengamos una pasta, mezclarla con el aceite, el zumo de naranja y limón y las hierbas finamente picadas.
  3. Frotar la pieza de cerdo con sal y pimienta al gusto. Meterla en una bolsa de congelación grande junto con el marinado y dejarlo en la nevera adobando de 8 a 24 horas.
  4. Sacar el cerdo a temperatura ambiente una media hora antes de cocinarlo. Calentar el horno a 220 grados, calor arriba y abajo. Preparar una bandeja con grasera para asados o colocar una fuente para recoger los jugos en la parte de abajo del horno y encima una rejilla.
  5. Si la pieza de cerdo es demasiado grande o fina, atarlo con una cuerda doblándolo por la mitad.
  6. Retirar el exceso de marinada de la carne y meterlo en le horno, sobre la rejilla. Cocinar media hora a 220 ºC y bajar después a 190 ºC. Tapar la parte superior del cerdo con papel de aluminio para que no se queme y dejarlo durante 90 minutos más o hasta que un termómetro pinchado en el centro marque 70 ºC.
  7. Sacar la pieza de carne del horno, envolver en papel de aluminio y dejar reposar media hora para que se distribuyan sus jugos.
  8. Partir la barra de pan y tostarla ligeramente por la parte interior. Untar por dentro con mostaza.
  9. Pasar el jamón por la sartén, colocarlo encima de la mostaza y poner a continuación lonchas del cerdo asado. Cubrir con queso, pepinillos y una cucharada opcional de la salsa de marinado (si hicimos extra). Presionar un poco.
  10. Untar la corteza superior del pan mantequilla a temperatura ambiente y tostar el bocadillo en una plancha doble hasta que el queso se derrita y el pan se dore. Alternativamente y si no tenemos plancha doble, tostar cada lado en la sartén con peso apoyado encima (una fuente de hornear).


Chocolate Ruby

El chocolate Ruby es muy especial, la cuarta variedad. Es un chocolate natural: ya tiene ese color rubí, con un sabor absolutamente único, chocolate con un matiz fresco y afrutado. No contiene colorantes ni saborizantes añadidos, ni siquiera extracto de bayas.
Sería el cuarto sabor, después del chocolate con leche, el blanco y el negro puro. Este descubrimiento ha llevado 10 años de investigación y desarrollo hasta dar con el chocolate "Ruby", procedente de unas vainas rojizas que se cultivan en Costa de Marfil, Ecuador y Brasil.
Al parecer, los 10 años de investigación han tratado de determinar la composición de este cacao rojo y cómo se puede conservar sus características en una transformación a gran escala.
"Durante las pruebas realizadas al cacao hemos descubierto que las moléculas específicas que tiene son extraordinariamente complejas: calculamos más de 20.000 componentes", aseguró Antonine de Saint-Affrique, CEO de la compañía chocolatera suiza, Barry Callebaut.
Las previsiones de los investigadores chocolateros indican que el exótico Ruby podría llegar al mercado en 2018, cuando se terminen de testar el producto y reciban las aprobaciones sanitarias de cada país para comercializarlo.



lunes, 11 de septiembre de 2017

Quesadilla cubana

por Chef Maria Katalina Velez,
proprietaria de Mojitos Cuban Cuisine en Brooklyn, NY
Tortilla de harina rellena de queso mozarella, yogurt natural, pico de gallo, queso cotija con plátano maduro y con opción a carne a la parrilla, carne molida guisada, pollo o vegetales.

Ingredientes:
  • 6 tortillas de harina
  • 1 paquete de queso mozarella bajo en grasa rallado
  • 2 plátanos maduros
  • 1 paquete de carne asada o molida
  • 1 libra de pollo a la parrilla o cocinado desmechado
  • 1 yogurt natural bajo en grasa
Pico de gallo:
  • 2 Tomates frescos cortados en cubos,
  • 1 Cebolla blanca filaments cortada
  • 1/2 bunch cilantro finamente cortado
  • 2 limones frescos (el Jugo)
  • 1 jalapeño (opcional) finamente picado

Preparación:
  1. Se caliente la sarten, mientras se rellena la tortilla con: plátano maduro cortado en lazcas y horneado, el queso mozarella y la opción de carne a la parrilla, carne molida guisada, pollo o vegetales
  2. Se dora por los dos lados hasta que el queso se derrita
  3. Se corta la quesadilla en tres
  4. Se sirve con una cucharada de yougurt natural, espolvoreando queso cotija y pico de gallo

Sandwich Cubano Estilo Quesadilla

Ingredientes:
  • 1 pequeña (6 ") Tortilla de harina
  • 1 cucharadita de mostaza 
  • 4 rebanadas pepinillos encurtidos (Sweet bread and butter pickles)
  • 3 cucharadas de cerdo asado y desmenuzado
  • 1 loncha de jamón ahumado
  • 2 rebanadas de queso suizo
Preparacion
  1. Extienda la mostaza sobre la superficie de la tortilla.
  2. En la mitad de la tortilla colocar una capa de queso, el encurtidos, el cerdo desmenuzado, jamón y una segunda capa de queso.
  3. Doble la tortilla para cerrar. Calentar en la sartén en ambos lados u hornear a 350 ° F (177 ° C) durante 7 a 10 minutos o hasta que el queso se derrita.


domingo, 10 de septiembre de 2017

Rosquillas de clara de huevo y naranja

Ingredientes:
(54 bolitas, 27 rosquillas)
  • 4 Claras De Huevo (L)
  • 1 Kg De Harina
  • 250 Ml. De Aceite De Girasol
  • 250 Ml. De Zumo De Naranja
  • 300 Gr. De AzúCar
  • 2 Sobres De Impulsor QuíMico (Levadura Tipo Royal)
  • Piel De 1 Naranja Y Ralladura De LimóN
  • Aroma De Naranja O LimóN (Opcional)

Preparacion:

  1. En primer lugar, calentamos el aceite con la piel de la naranja hasta que ésta se encoja un poco. Apagamos y dejamos enfriar.
  2. Por otro lado, montamos las claras de huevo a punto de nieve y reservamos mientras preparamos el resto de ingredientes.
  3. En un bol (en el caso de que lo hagamos a mano) echamos el aceite fríto y frío, el azúcar, el zumo de naranja, la ralladura de limón y el extracto (en caso de que lo usemos). Mezclamos bien y una vez que lo tengamos, añadimos la harina, en principio echamos unos 750 gr. y mezclamos. Le añadimos el resto de harina hasta obtener una masa más bien seca. Teniendo en cuenta que después echaremos las claras a punto de nieve y esto humedecerá la masa. Amasamos hasta obtener una masa compacta, donde todos los ingredientes estén perfectamente unidos.La masa resultante deberá ser bastante blandonga, un poco pegajosa.
  4. Una vez que la tengamos, vamos formando bolas de 30 gr. que dejaremos sobre la encimera de la cocina bien limpia. Para formar las bolas, será necesario que nos embadurnemos las manos con un poco de aceite de girasol para poder formar bien las bolas y que no se nos pegue la masa a las manos.
  5. Ahora procedemos a freir las rosquillas, para ello calentamos abundante aceite de girasol en un cazo pequeño (yo las frío de una en una). Siempre digo lo mismo, pero es muy importante el punto de fritura del aceite para obtener unas rosquillas bien hechas por dentro, doraditas por fuera y que no estén aceitosas. Para ello, el aceite no deberá estar ni muy caliente (se queman por fuera y no se hacen por dentro), ni muy frío (que absorbe mucho aceite y resultan unas rosquillas aceitosas). Además, estas rosquillas son dobles, por lo que habrá que estar muy pendiente de la fritura.
  6. Una vez que tenemos el punto del aceite, juntamos dos bolas, las aplanamos un poco y les hacemos un agujero en el centro, echamos la rosquilla en el aceite y ésta se irá al fondo en un principio. En ese momento, con un palo de madera (por ejemplo, los que dan en los restaurantes de comida china.) lo metemos en el centro del agujero y le damos vueltas para que nos quede el agujero grande e igual por todos los lados. Dejamos que se nos haga por un lado y cuando veamos que está doradito, le damos la vuelta para que termine de hacerse.
  7. Una vez frita la rosquilla, la sacamos a un colador (que habremos colocado sobre un recipiente) para que suelte algo de aceite de la fritura. Seguidamente la colocamos sobre una bandeja con papel absorbente de cocina para que termine de enfriarse y se quite el exceso de aceite.
  8. Repetimos esta operación con cada rosquilla. 

¿Caldosa O Ajiaco?

Es lógico que asocien este plato con el ajiaco cubano, porque tienen ciertas similitudes, ya que también se elabora a base de viandas, carnes, especias y gran diversidad de vegetales, pero cada uno tiene sus particularidades.
Desde su origen, pudiéramos considerar que la caldosa es un plato menos “riguroso” en cuanto a su receta, ya que generalmente se ha elaborado con los ingredientes que se disponen en el momento en que se realiza. Digamos que es una especie de ajiaco hecho en circunstancias adversas.
Existen referencias, que podemos relacionar con la caldosa, desde las guerras de independencia, plato al que llamaban “sancocho” y con el que fueron alimentadas las tropas mambisas. Las encontramos en los diarios de campaña del General Máximo Gómez, y en el de otros generales mambises que vivieron en Santo Domingo, como Antonio Maceo, con lo que puede comprobarse que eran platos comunes a los pueblos de la región.
Podemos suponer que dadas las características itinerantes y limitadas de una cocina en campaña, este “sancocho” fuera realizado con los ingredientes que se dispusieran en cada zona en que acamparan y no se detuvieran ante la ausencia de cualquiera de ellos. En estado de guerra no hay receta que valga y lo importante es alimentar a la tropa, así que pondrían agua a hervir y le echarían lo que encontraran a mano y en cantidades variables, según fuera el caso.
De la calidad del “sancocho”, nos dice mucho como ha quedado registrado y se define en los Diccionarios: Despectivo y coloquial; “Cuba. Comida mal preparada, insulsa, pobre en ingredientes.” O aún peor; “Cuba. Resto de comida que se utiliza como alimento para los cerdos.” De la “caldosa” solo se refieren al “alimento que tiene mucho caldo”… nada más.
Cada 27 de septiembre a las 12:00 am
los vecinos cocinan con madera una
deliciosa "caldosa" en medio de la calle.
Si queremos establecer los antecedentes propios de la “caldosa”, nos tenemos que situar que dicho plato nació con ese nombre, en la región oriental, el 27 de septiembre de 1979 en la Calle Lora número 64 A entre Julián Santana y Ramón Ortuño, en Tunas, surgida a la llegada de Luis Enrique Pérez Zaldívar, hijo de Kike y Marina, a su regreso de la antigua Unión Soviética, donde cursaba estudios.
A partir de ese momento, en Cuba se suele usar más frecuentemente el término “caldosa”, pues fue popularizado en los años 80, gracias a la letra de un grupo de música tradicional cubana que se refería a la “Caldosa de Kike y Marina”. Desde ese momento, la caldosa pasó a ser un plato presente en festejos familiares y de barrios.
Con la depresión económica ocurrida en los años 90, en que se manifestó aún más la aguda carencia de suministros básicos, la caldosa pasó a tener una presencia muy frecuente en la mesa del cubano ya que, su “versatilidad” daba la posibilidad de incluir en ella “un poco de todo” de los alimentos disponibles. Por esta razón, se le aportaron ingredientes tales como el fideo, chícharo, arroz y con escasa presencia de especias y cárnicos.
Desde sus inicios se diferenció del ajiaco también en el paso final de su elaboración, pues al final de su cocción se batían y licuaban todos sus ingredientes, hasta lograr un puré muy espeso que podía ser ingerido lo mismo con cuchara que bebiéndolo directamente de un vaso o jarro, modo de servirla por ser el más práctico.
De cierta manera, aunque no existe una “teoría” que diferencie una caldosa de un ajiaco, en la práctica la población suele diferenciarlos según predomine la parte sólida o la densidad del caldo. Si el caldo es muy condimentado y fluido y las viandas y carnes están enteras se le llama “ajiaco”, pero si al menos una parte de la vianda se desbarató y redujo a líquido espeso, se le llama “caldosa”.
Se afirma que la caldosa se elabora solo con carne de gallina, según la receta de “Kike y Marina”, pero es bien sabido que se utiliza cualquier tipo de carne, de cualquier animal, es decir, que este plato ha devenido en una variante del “original”.
Hoy en día la caldosa se conoce en todas las partes del país, aunque parece que en algunos medios rurales continúan llamándole ajiaco, aunque no hay duda que la caldosa es una variante menos completa que el ajiaco.
Si intentáramos dar una receta para la caldosa, pudiéramos definirla como:
Como carne principal, casi siempre el cerdo, por ser la de más frecuente disponibilidad en Cuba. Una parte, preferentemente los huesos, se cocina junto con las viandas desde el inicio y la otra se cocina independiente junto con todas las especias. Cuando está blanda, una parte se desmenuza y la otra se deja entera. Ambas se colocan en el recipiente junto con las viandas a mediados de la cocción. Es posible que el anfitrión no desmenuce toda la carne, con la intención de dejar porciones enteras para cada comensal, pero cuando resultan insuficientes se le llama “suerte” a los que logran obtener su caldosa “mejorada” con un trozo de carne.
Con una paleta de madera se agita regularmente el contenido del recipiente, generalmente un caldero, mediano o grande según la cantidad de comensales, procurando reducir a puré una parte de ellos. Si algún vegetal no se desbarata, lo sacamos y se aplasta según la proporción que se desee de sólidos y puré.
Se suele dejar enteros los trozos de mazorca de maíz y una parte de cada tipo de las viandas que se utilizan, pero siempre cuidando que predomine el puré líquido. Aunque se cree que esta proporción ha sido dominada por criterios prácticos, ya que sobre todo en las fiestas populares, donde si era común, es más cómodo y práctico disponer solo de jarros y no necesitar cucharas para su consumo.
En algunos artículos se comenta que en el período alimenticio más crítico del país existió una especie de “cocina popular” donde se elaboraba una caldosa colectiva para todos los vecinos y allí acudían en busca de su ración para subsistir. Esto no es cierto.

viernes, 8 de septiembre de 2017

Congri

En la Revista “El curioso Americano”, Año 2, Nº3, publicada en La Habana, en Diciembre de 1894, aparece la siguiente definición de Congrí:
“…Llaman así en la Vuelta Arriba a la mezcla de arroz y frijoles negros, que en La Habana decimos moros y cristianos. ¿De dónde procede esta voz? Es africana o tiene alguna significación referente a lo que designa con ella…” (S. de A)
Los del “Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española” se complican menos y definen el término solo con tres palabras: Cuba. Arroz con frijoles. El “Diccionario Oxford”, en español, al menos amplía algo más: Cuba, Arroz preparado con frijoles negros o colorados.
Aunque en ambos países evidentemente saben poco del congrí, en lo que si no tienen dudas, es en la nacionalidad e identidad gastronómica cubana del congrí, o los moros y cristianos, es decir, las mezclas de arroz blanco con frijoles colorados o negros.
Según Nitza Villapol, quien fuera conductora por 44 años consecutivos del programa “Cocina al Minuto” en la televisión cubana, refiriendo se al congrí comentaba: “…es una joya gastronómica esta insuperable mezcla de arroz con frijoles, saboreada por viajeros de todos los rincones del mundo y unas cuantas generaciones de cubanos, que sabiamente combinan dos proteínas de origen vegetal…”
No hay duda de que todos los cubanos saben muy bien lo que es un congrí, y también que si a la hora de servirlo, lo acompañan con yuca hervida, con el mojo obtenido de la mezcla del jugo de la naranja agria y los ajos, y además le añaden unas lascas de cerdo asado…entonces los comensales habrán participado en la conjura de la más divina comida criolla.
El “congrí” no es lo mismo que los “moros y cristianos”, que es el plato resultado de cocinar el arroz blanco con los frijoles negros. Conociendo esto, entonces no es necesario decir “congrí de frijoles colorados”, porque ese es el verdadero frijol que lleva.
La palabra “congrí” procede de la cocina afrocubana y su nombre está en correspondencia con ese origen. “Congrí” es vocablo venido de Haití, donde a los frijoles colorados se les dice “congó” y al arroz “riz”, como en francés. El célebre etnólogo cubano Fernando Ortiz, decía: “Congrí es voz creole haitiana que significa ‘congos con arroz’” Es decir: frijoles colorados con arroz, y se le echa trocitos de carne de puerco y chicharrones, un plato que en la región oriental cubana se adueñó de la mesa criolla desde principios del siglo XIX, luego de la gran emigración haitiana y francesa.
Don Fernando Ortiz describe el guiso como de posible, pero no probado, origen africano en un ensayo sobre la cocina afrocubana publicado por primera vez en la Revista Bimestre Cubana en 1923. Y también nos comenta que en la década de 1868-1878 algunos, en vez de decir un plato de congrí, decían un plato de ‘voluntarios y bomberos’, aludiendo a que los voluntarios eran blancos y los bomberos todos eran negros.
Según los estudiosos de estos temas, los “moros y cristianos” llevan los frijoles negros, porque aluden simplemente a la etapa de la dominación árabe en España, es decir, a los moros (negros o árabes) y los cristianos (blancos ). En este plato juntos y revueltos…

Ingredientes

  • Arroz 2 libras
  • Frijol colorado 1 libra (453 gr.)
  • Ají 1 u
  • Cebolla 1 u
  • Ajo 3 dientes
  • Sal 1 cucharadita
  • Azúcar 1 cucharadita
  • Comino ¼ cucharadita (113 gr.)
  • Orégano ¼ cucharadita (113 gr.)
  • Recortería de cerdo ½ libra (227 gr.)
  • Empella (manteca de cerdo) o similar ½ libra (227 gr.)
  • Grasa 2 cucharaditas
  • Agua 6 tazas

Preparación

  1. Lavar los frijoles y remojarlos en agua con un ají y un diente de ajo machacado desde la noche anterior o por lo menos algunas horas antes. Cocinar en la misma agua del remojo hasta que se ablanden. Separar el agua de los frijoles y medir un litro de agua o completar hasta esta medida). Sofreír la recortería para chicharrones hasta que suelte la grasa y en esta el comino y el orégano; así como la cebolla, el ají y el ajo, todo bien picadito.
  2. Añadir los frijoles, el agua de los frijoles, la sal y el azúcar. Cuando comience a hervir añadir el arroz ya lavado y dejarlo a fuego mediano bien tapado hasta que se ablande. Al momento de servir, sofreír la empella en trocitos pequeñitos en dos cucharadas de grasa hasta que se doren, incorporar los ajos machacados hasta que también se doren un poquito y verterlo todo sobre el congrí. Remover bien con un tenedor.




jueves, 7 de septiembre de 2017

Recetas Ajiaco 1857 – 1914

AJIACO DE PUERTO PRINCIPE

En una cazuela mediada de agua se echan varios trozos de tasajo salcochado y tasajo de puerco, media gallina o un pollo cortado en pedazos, aguja de puerco picada, cebolla partida y dientes do ajo mehacado, y después de hervir y de espumar el caldo, e añaden en la cazuela plátanos verdes y maduros en pedazos, sin quitarles la cáscara, un par de mazorcas de maiz tierno partidas en tres o cuatro pedazos cada una, yuca tierna, boniato, ñame, malanga, chayote y calabaza; y cuando ha hervido bien, en un majado de pimienta, comino, culantro y azafrán, se echan en el mortero unos trozos de malanga y se machaca con las especias; desliéndolo bien y sazonandolo todo, se echa en la cazuela a fin de que espese el caldo, para lo cual se deja hervir una media hora más.

AJIACO DE MONTE

Se hace como el anterior, pero en vez de carne de ternera y masa de puerco, se echa tasajo de vaca y de puerco y se rocían las viandas con zumo de limon. Cuídese de menearlo bien para que no se peguen las viandas ni la carne en el fondo de la cazuela.

AJIACO CAMPESTRE

Igual que el anterior, pero sin tasajo de vaca, sino de Montevideo, y puerco ahumado. En vez del mado de especias se le echa uno de ají, tomate, cebolla y ajo, sofritos con manteca. El caldo se espesa con calabaza disuelta en el mortero con el sofrito.

AJIACO BAYAMES

Desalado el tasajo de vaca y el puerco ahumado, se echan en una cazuela con manteca, se le añaden tomates y cebolla picada y zumo de limón, se sofrío y se le agrega agua, dejándolo hervir; despues de lo cual se echan las viandas en igual forma y proporcion que en los guisos ya referidos.
AJIACO CARDENENSE

Se cortan en pedazos un par de libras de carne de puerco, y se pican, sin que lleguen a convertirse en picadillo, friéndolos después en manteca, con tomate, cebolla, ajos y ají picados, perejil y zumo de limón; añadiéndosele agua en cantidad proporcionada, y antes que haya hervido se le echa ñame, yuca y plátanos pintones, todo partido en pedacito, y cuando ha hervido lo suficiente para ablandar las viandas, se le agrega azafrán disuelto, culantro y comino machacado y el zumo de dos o tres limones, y se deja hervir otro poco.
El libro de recetas “cubano”,  el “Nuevo Manual del Cocinero Cubano y Español” de J. P. Legrán, publicado en 1857 en la imprenta “La Intrpida” (así aparece escrito) que estaba en Teniente Rey nº 29, en La Habana y se vendía en la Papelería “La Cruz Verde” sita en la calle Mercaderes Nº 29, en este manual ya aparecen tres recetas del ajiaco, pero en otra edición de 1914, de José E. Triay, editada por la imprenta de “La Moderna Poesía”, aparecen cinco recetasque están menos relacionadas con el “cocido español”, como sucede en la de 1857, aunque digan “al estilo cubano”.
Este “Nuevo manual del cocinero criollo” de José E. Triay, contiene unas mil recetas de todos los platos de la cocina criolla, además de otras de las cocinas española, francesa, italiana, alemana e inglesa, que según su autor se acostumbraban a servir en las mesas de Cuba. Además contiene un interesante prólogo del Dr. Gonzalo Aróstegui y del Castillo.
Según aparece en dicho prólogo “…este libro del Sr. Triay viene, pues, en buena hora para la renovación del gusto de la comida, que va siendo cada vez más exigente, por los viajes, la frecuentación de extranjeros y los nuevos hoteles…” “…Se advierte hoy mas lujo y propiedad en las comidas. Este refinamiento, ya alcanzado en Cuba, ha sido obra de siglos en otros países, donde se ha necesitado mucho para cambiar la tosca satisfacción de una necesidad en un placer fino y delicado…”.
Triay, quien llegó a Cuba en 1852 con ocho años, comenzó su vida en el periodismo en 1863, como cajista de la Imprenta “La Aurora de Matanzas”. Como periodista escribió versos, crónicas, cuentos, artículos literarios, políticos y religiosos, llegando a ser Redactor Jefe de una de las publicaciones más leídas en su época: el “Diario de la Marina”.
Del conocimiento del país y sus habitantes publicó:
“…que en Cuba el sentimiento de amor a la patria, de satisfacción por sus alegrías, de pena por sus desgracias, vive ingénito en los pechos de sus leales habitantes y hace explosión cuantas veces siente la patria júbilos y dolores…”
De sus experiencias “gastronómicas”, que le sirven de base a su manual, baste solo citar que se sentó en las mejores mesas y asistió a los más suntuosos banquetes de su tiempo, alguno de los cuales dirigió personalmente. En una de sus anécdotas comenta las experiencias vividas al sentarse, en varias ocasiones, a la mesa del “Conde de Casa Moré” y que ningún día bajaron de veinticinco platos los que le sirvieron, lo que Triay consideraba excesivo.



miércoles, 6 de septiembre de 2017

El Ajiaco Cubano

Ajiaco es el nombre dado a un tipo de sopas típicas de la Hispanoamérica intertropical. Consiste usualmente en una sopa o guiso a base de diversos ingredientes sólidos como legumbres o tubérculos picados en trozos, y trozos pequeños de diversas carnes.
La palabra ajiaco se supone que es de origen indígena y que con alguna palabra similar ellos llamaban al agua saturada de ají picante donde mojaban el casabe para después comerlo, pero como sea, el vocablo ha pasado a nombrar uno de los platos más sabrosos de la gastronomía cubana.
En Cuba se le llama ajiaco criollo a la sopa preparada con carne de res y de cerdo, a la que se le agregan maíz, malanga blanca, malanga amarilla, ñame, plátanos verdes y maduros, yuca y boniato. Se aliña con ají, cebolla, ajo, sal y limón. Según una tradición oral, se dice que este caldo se confeccionaba en los barrios cubanos la noche del 24 de junio, para comenzar las fiestas del San Juan, aunque ya es frecuente que se consuma en cualquier época del año.
Dice Esteban Pichardo, en su diccionario de voces cubanas, que ajiaco es, “cualquier cosa revuelta de muchas diferencias confundidas”. Buena definición para un plato en que carnes secas y frescas se mezclan con hortalizas y viandas, que es como llamamos en Cuba a un grupo de frutos y raíces de huerto, ricos en carbohidratos. Este autor asegura que ajiaco es voz indígena. Fernando Ortiz, en su Nuevo catauro de cubanismos, solo la recoge como voz cubana. La Real Academia de la Lengua también la incluye en su diccionario. Pichardo, cuyo diccionario se publicó por primera vez en 1836 y que en vida del autor tuvo su cuarta edición en 1875, dice que “su consumo es generalizado en tierra adentro, aunque se excusa en algunas mesas de etiqueta”.
El ajiaco llegó a gozar de tal popularidad en el siglo XIX que fue adoptado sin reservas por los grandes señores. El riquísimo Miguel Aldama, constructor de uno de los más hermosos palacios habaneros y una de las mayores y prestigiosas fortunas de la isla, lo sirvió en vajilla de plata en el banquete que ofreció para homenajear a José Antonio Saco. La única condición que ponían era que no hubiese invitados extranjeros en la mesa. Si los había, entonces servían refinados platillos franceses. Había que cuidar las apariencias…
En la literatura encontramos algunos referentes:
  • La cubana María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, Condesa de Merlin, escritora radicada en París, tenía el ajiaco en alto aprecio. En su libro “Viaje a La Habana”, (1844), recuerda que en el primer día de su estancia en Cuba y sentada ante la mesa familiar, quisieron servirle uno de los platos mejores de la cocina francesa y ella, desdeñosa, lo rechazó a cambio de un “simple ajiaco”. Acotaba: “No he venido aquí sino para comer platos criollos”. Sobre sus preferencias por nuestra comida, ya les he comentado en varias ocasiones.
  • La escritora norteamericana Julia Howe, que estuvo en Cuba en 1859, lo menciona en su libro como un plato campesino. Al año siguiente de su visita, publicó su libro, “A trip of Cuba” y narra que durante una estancia en la provincia de Matanzas, a unos cien kilómetros al este de La Habana encontró “la novedad de un plato de la campiña cubana, una suerte de guiso compuesto de jamón, carne de res, carnero, papas, boniato y ñame. Esto se llama ajiaco y es un plato característico como la sopa de anguilas en Hamburgo o el bacalao salado en Boston”.
  • Un personaje de una novela de Leonardo Padura asegura que el ajiaco cubano, en cualquiera de sus versiones, “le saca ventaja a la olla podrida, al potpourri francés, al minestrone italiano, a la cazuela chilena, al sancocho dominicano y, por supuesto, al borsch eslavo, que casi no cuenta en esta competencia de sabores latinos”.
Aseguraba Nitza Villapol, en su programa de televisión “Cocina al Minuto”, aseguraba que la cocina comenzó a ser cubana cuando al ajiaco se le suprimieron los garbanzos. Y aunque se desconoce cuando esto sucedió, si se puede asegurar que el ajiaco era ya en el siglo XVI un plato muy popular en Cuba. El ajiaco en sus comienzos no fue más que el “cocido español” en su encuentro con las viandas nuestras. Todavía en el siglo XIX, la olla cubana o ajiaco incluía el garbanzo en su elaboración, como se observa en recetarios de la época.
La cubana doña Dolores Gómez de Dumois, primera mujer en Hispanoamérica en cocinar frente a las cámaras de televisión, en el programa “Cocina Frigidaire” que CMQ comenzó a transmitir en julio de 1951, asegura que entre los ingredientes principales de esta sabrosa comida se encontraban la yuca, los plátanos verdes y pintones, cebolla, ajíes, ajos, tomates, comino, sal, limón, ñame, malanga blanca y amarilla, boniato, calabaza, maíz tierno y, lo fundamental, las tres clases de carne: tasajo, falda de res y costillitas de cerdo. Es posible que las transformaciones sufridas por el ajiaco desde su aparición en la isla de deban a que no siempre los cocineros tenían a su alcance los ingredientes provenientes de la cocina española, y les resultara necesario introducir ciertos arreglos en la receta primigenia.
El ajiaco es diferente según las regiones en que se cocine. No es lo mismo el “ajiaco habanero” que el “oriental”. Hay asimismo un “ajiaco marinero”, que nos confirma una vez más que solo existen dos grandes cocinas, la del campesino y la del pescador, de las que se derivan todas las demás. Tenemos el “ajiaco de monte”, que contaba con las tres clases de carnes y como en la época en que fue creado no existían aún los frigoríficos, se usaban para su confección tasajo de carne de res bien desalado, tasajo de cerdo ahumado y pollo o gallina frescos, además de los ingredientes de la receta conocida de Doña Dolores también incluye chayote. El ajiaco bayamés, el de Cárdenas y el ajiaco de Puerto Príncipe, con algunas variantes en la condimentación ya sea por el uso del perejil o el culantro.
Según el afamado antropólogo cubano don Fernando Ortiz, todos deben cocinarse en cazuela sin tapar, fuego de llama ardiente, y fuego lento, para dividir en dos la cocedura… Con los aportes de los “blancos” de Europa también llegaron los de los “negros” de África y éstos nos aportaron guineos, plátanos, ñames y su técnica cocinera. Después nos llegaron los asiáticos, con sus misteriosas especies de Oriente… Con todo ello se ha hecho nuestro ajiaco… Mestizaje de cocinas, mestizaje de razas, mestizaje de culturas.
Y como unas amigas generosamente me han traído desde Cuba unas malangas criollas… de seguro que este fin de semana, mezcladas con ingredientes españoles, comeremos ajiaco, ideal para estos días de invierno.

Ajiaco criollo tradicional,
(de la cocinera de Nitza Villapol).

Ingredientes:
(para 12 personas)
Carnes:
  • ½ gallina
  • 1 libra de falda de ternera  (453 gr.)
  • 2 libras de masa de puerco (907 gr.)
 Viandas
  • 2 mazorcas de maíz
  • 1 libra de malanga (453 gr.)
  • 2 plátanos verdes
  • 2 plátanos maduros
  • 1 libra de yuca (453 gr.)
  • 1 libra de boniato (453 gr.)
  • 2 limones
 Sofrito
  • 2 cucharadas de aceite
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 ají grande
  • 1 taza de puré de tomate
  • 2 cucharadas de sal
  • 7 litros de agua
Preparacion:
  1. Si puede incluir tasajo en la receta, que sea ½ libra. Y entonces, antes que nada, corte el tasajo en 3 o 4 pedazos y póngalos a remojar desde la noche anterior. A la mañana siguiente bótele el agua. En una cazuela grande ponga en tasajo remojado, la gallina y el agua. Déjelo hervir hasta que empiece a ablandarse. Si no tiene tasajo, entonces ponga solo la gallina. Añada la falda y el puerco. Déjelo hervir aproximadamente una hora más.
  2. Mientras se cocinan las carnes, haga el sofrito y pele las viandas en el mismo orden en que las añadirá al caldo, como aparecen en la receta. Añada el sofrito y las viandas, agregando jugo de limón cada vez que añada plátano. Tápelo y déjelo cocinar a fuego lento aproximadamente una hora más. Para espesar el caldo, aplaste 2 o 3 pedazos de viandas.


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