Las pamplonas de pollo, que pueden ser tanto de pata como de pechuga, no requieren otra maestría que las del adobo, y la de elegir qué ingredientes llevarán, muzzarella, jamón, panceta, aceituna, morrón... se envuelve en peritonio de cerdo, y después a la parrilla.
Para las de cerdo, se puede usar el mismo adobo, mas pulpa de aceituna y queso provolone, pero algunos advierten de no ponerle panceta, cerdo con cerdo, no va. Hay que tener mucho ojo con la sal, porque de por sí los ingredientes de la pamplona ya son muy salados, y también cuidar el punto de cocción.
En Argentina suelen verse también estos arrollados hechos de pollo y recubiertos con la piel del ave.
Ingredientes
- 200 gr. de panceta
- 200 gr. de queso mozzarella
- 4 lonchas de jamón cocido
- Mantequilla
- Pimientos morrones en conserva
- Aceite de oliva virgen extra
- 4 pechugas de pollo
- Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
Preparación
- Cortamos las pechugas como si quisiéramos abrirlas como un libro. Las cubrimos con un trozo de film transparente y las aplastamos ligeramente con la ayuda de un rodillo. Conseguiremos estirarlas y hacerlas más delgadas para que queden perfectas.
- Extendemos un trozo de papel de aluminio. Y sobre él, una de las pechugas.
- Colocamos las lonchas de panceta a lo largo del borde de la pechuga. De manera que la cubran ligeramente (un par de centímetros es suficiente).
- Cortamos la mozarella en bastones y la colocamos en medio de la pechuga. Hacemos lo mismo con los pimientos morrones y con las lonchas de jamón cocido.
- Salpimentamos y echamos un chorro de aceite de oliva virgen.
- Comenzamos a enrollar la pechuga de pollo sobre el resto de ingredientes, al llegar a la panceta seguimos enrollando para que ésta la cubra por completo.
- Envolvemos cada pamplona con el papel de aluminio y cerramos bien los extremos.
- Metemos en el horno a 180ºC durante 30 minutos.
- Después del horneado, desempaquetamos con cuidado las pamplonas y las colocamos en una sartén en la que hemos derretido una nuez de mantequilla. Doramos por todos lados con cuidado de no deshacer las pamplonas.
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