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sábado, 28 de mayo de 2022

Scagliozzi

Los scagliozzi son pequeños trozos de polenta frita típicos de la comida callejera napolitana: los encontramos en el famoso "cuoppo" de la friggitorie napolitana, la fritura mixta que también incluye zeppole y panzarotti. El nombre "scagliozzo" deriva de "scaglia", es decir, pieza toscamente cortada. Por lo general, estos trozos de polenta fritos no tienen una forma bien definida, ya que se cortan con poca atención. Para hacer los scagliozzi necesitarás polenta instantánea, que se disolverá en agua y manteca de cerdo, con la adición de pimienta. A continuación, la polenta debe enfriarse bien antes de cortarla, pasarla por harina de polenta y freírla. Una vez listos, sirva los scagliozzi calientes.

Receta

  1. En una cacerola, poner el agua, la manteca y la pimienta, mezclar a fuego medio. 
  2. Espolvorear la polenta sin dejar de mezclar, añadir la sal y dejar espesar. 
  3. Cuando la polenta esté lista, apaga el fuego y mézclalo rápidamente. 
  4. Luego vierta un poco de aceite en una tabla de cortar y extienda la polenta.
  5. Dejar enfriar en la nevera toda la noche tapado con film transparente. 
  6. Al día siguiente, corta la polenta en triángulos o en trocitos pequeños y calienta el aceite con el romero. 
  7. Sumerja los scagliozzi en la harina de polenta y fríalos en aceite caliente hasta que estén dorados. 

https://www.instagram.com/p/COD_l5dF1mz/

miércoles, 25 de mayo de 2022

Locro

Ingredientes 

(para cuatro personas)

  • 250 gr de porotos blancos
  • 250 gr de maíz blanco partido
  • 1 chorizo colorado y un chorizo criollo
  • 1/2 kg de falda
  • 1/2 kg de pechito de cerdo
  • 200 gr de panceta ahumada
  • 2 cebollas de verdeo
  • 1 puerro
  • 1/2 calabaza

Preparación

  1. Remojar los porotos y el maíz , desde la noche anterior.
  2. Cortar todas las carnes en trozos pequeños.
  3. Hervir los chori y quitar la mayor cantidad de impurezas y una vez fríos cortarlos en rodajas.
  4. Cortar las cebollas de verdeo y el puerro en juliana. Pelar y cortar la calabaza en trozos pequeños y rallar un trozo.
  5. Colocar en la cacerola la panceta , dejar que se dore, agregar las cebollas y el puerro. Una vez rehogados agregar los chori , el maíz y los porotos, condimentar con sal , agregar agua hasta cubrir y dejar cocinar una hora y media.
  6. Pasado ese tiempo , agregar la calabaza ( reserva lo rallado ), las carnes, cubrir con agua y condimentar con sal , pimienta , pimentón , ají molidos . Dejamos a fuego medio por hora y media de cocción , remover para que no se pegue.
  7. Diez minutos antes de su finalización , agregar la calabaza rallada.

martes, 24 de mayo de 2022

La cocina como elemento del "nacionalismo banal" español (o de cualquier otro sitio del mundo)

Con texto tomado de la nota "Cómo España inventó su "nacionalismo banal"

Eric Storm, historiador de la Universidad de Leiden en los Países Bajos especializado en la historia de España de los siglos XIX y XX, identifica la influencia que detalles cotidianos como la gastronomía tuvieron en el nacimiento del "nacionalismo banal" español.

Banal por mundano o cotidiano, una expresión "fría" —frente al calor de las guerras o las revoluciones— que termina produciendo estereotipos nacionales. Como los "coches, productos lácteos, deportes, los toros, las tradiciones folklóricas o el turismo", en palabras del autor de 'La nacionalización de la esfera doméstica en España'.

Entre 1890 y 1930, los intelectuales comenzaron a preferir los platos españoles a los franceses o a pedir que se construyese según el estilo local

El término "nacionalismo banal" fue acuñado hace 25 años por el científico social Michael Billig en su libro del mismo título, que localizaba en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial el 'boom' de estas expresiones cotidianas de la nación. La bandera de las barras y estrellas colgando en los porches es nacionalismo banal, pero también lo es la bandera de Colón. Pedir un bocata de calamares en Londres es nacionalismo banal. Para Storm, fue durante la 'belle époque' española (que en su análisis reenmarca entre 1890 y 1930) cuando ese nacionalismo tomó cuerpo en símbolos culturales como la gastronomía y en la arquitectura, pero también en las razas de perros o en los azulejos de la cocina. Por eso parece tan natural que la generación del 98, a la que le dolía España pero recorrió Castilla fascinada por sus símbolos, fuese la que liderase una nacionalización de lo cotidiano que hoy damos por hecha pero que no siempre existió como tal. "En general siempre hay un principio, es decir una invención (de un nacionalista, un intelectual, un comerciante…)", recuerda Storm. "Pero lo típico del nacionalismo mundano es que no lo asociamos con alguna decisión concreta". Son más bien signos, símbolos y metáforas cotidianas que penetran en nuestros hábitos sin que sean puestos a prueba.

Una clase de nacionalismo que, para el historiador, se encuentra en ascendencia y que no solo ha salido indemne de la globalización, sino más bien reforzado. "El nacionalismo se manifestó primero, a principios del siglo XIX, en la alta cultura (pintura de historia, novelas, estatuas, panteones, libros de historia) y poco a poco se hizo banal, sobre todo por empresas ('branding', pero también ahora en telediarios (Billig da ejemplos como la mapa del tiempo), en programas de humor, etcétera", añade. "Creo que ya es casi omnipresente y no son especialmente conservadores o progresistas que lo favorecen, lo solemos hacer todos".

Estamos tan acostumbrados a que las cosas sean como son que no imaginamos otras posibilidades. Por ejemplo, que la gastronomía española tradicional no existiese tal y como la conocemos hasta hace relativamente poco. Por supuesto, existían preparaciones e ingredientes locales, pero tuvo que llegar el nacionalismo banal para que se estableciese una alternativa a los platos franceses que por aquel entonces arrasaban en todo el mundo. Eso, y Emilia Pardo Bazán, que en 1913 publicó 'La cocina española antigua' y 'La cocina española moderna' que, como recuerda Storm, al no identificar regionalmente la procedencia de cada receta, "construyeron una nueva gastronomía nacional".

Lamentaban que el rey se decantase por platos franceses y no por la olla podrida, antepasado del cocido que representaba mejor a la nación española.
Storm recuerda que las grandes brechas alimenticias durante mucho tiempo fueron sociales, no geográficas: si eras pobre comías lo que tenías a mano, y si no, podías degustar el estereotipo de cocina francesa que se impuso desde mediados del siglo XVII. Fue la introducción del tren o del barco de vapor lo que permitió tomar conciencia de las diferencias gastronómicas entre regiones. No fue hasta finales del siglo XIX cuando se comenzaron a alzar en España las primeras voces contra la hegemonía de la cocina francesa. Mariano Pardo de Figueroa, por ejemplo, lamentaba que el rey presentase los menús de palacio en francés macarrónico y que no sirviese la "olla podrida", un guiso con alubias y embutidos, el plato nacional español por aquel entonces que terminaría derivando en nuestro cocido.

A medida que el siglo XX avanzaba, cada vez más intelectuales comenzaron a reivindicar la existencia de una gastronomía propia y nacional. La 'Guía del buen comer español' de Dioniso Pérez comenzaba a clasificar los platos por región, al mismo tiempo que recordaba que la gastronomía española había recuperado el lustre que tuvo siglos atrás gracias a la influencia árabe y las importaciones de la América conquistada. Los términos "bacalao a la vizcaína", "callos a la andaluza", "mantecadas de Astorga" o "queso de Cabrales" comenzaron a popularizarse entonces. ¿Y Madrid? Madrid era, para Pérez, "el crisol donde lo que denominamos la 'cocina nacional' se fundó, forjó y unificó". En realidad, más bien una "cocina de Castilla La Nueva".

El movimiento intelectual para reivindicar las preparaciones y los productos españoles fue bien acogido especialmente entre las amas de casa de clase media, que formaban el grueso de la demanda del nuevo subgénero de recetas españolas. Fue entonces cuando nacieron las denominaciones de origen bajo la dictadura de Miguel Primo de Rivera que, empezando por los vinos de Rioja, permitían proteger y diferenciar los productos de cada región. Al final, el nacionalismo banal termina siendo tanto una buena herramienta de ‘marketing’ como un arma de identificación nacional en momentos de desmoralización. "Sobre todo en comida, el nacionalismo banal sigue siendo muy fuerte, y a veces se inventa adrede (la compañía Guinness está detrás de los pubs irlandeses); el gobierno tailandés ayudó activamente con menús estandarizados, préstamos y decoración a propagar los restaurantes tailandeses por el mundo”, recuerda Storm. "En el fondo el nacionalismo banal hace que la identificación con la nación sea fuerte, porque se recompone cada día, y en casos de crisis puede ser activado fácilmente (haciéndolo caliente)".

Algo parecido ocurrió con la arquitectura. El escritor y diplomático Ángel Ganivet propuso "una prima a los que construyan edificios de estilo local" en Granada, por ejemplo. Lo que en la gastronomía era el cocido, en la arquitectura lo era el patio andaluz, y Ganivet veía horrorizado cómo las "casas de pisos" y los portales lo habían sustituido. ¡anatema! "Cada país tiene un estilo arquitectónico propio que se descubre en las construcciones pobres, en las que lo natural está poco transformado por el arte", recordaba.

La demanda de platos españoles y arquitectura regionialista venía de las clases urbanas media y alta, que eran las únicas que se los podían permitir

A Azorín (José Martínez Ruiz escritor español perteneciente a la generación del 98) tampoco le convencían las nuevas tendencias, como recuerda Storm, y pensaba que "en los pueblos no debían construirse 'calles anchas y rectas', ni 'viviendas presuntuosas y llamativas' que imitan 'los edificios fastuosos de los grandes capitales'". Paradójicamente, esta fijación por lo rural y lo pobre —que no siempre es así en otros países, añade el historiador, citando el caso de la moda italiana o el automovilismo alemán— era propia de la clase alta: "Está claro que la demanda rápidamente creciente por platos españoles y una arquitectura regionalista venía sobre todo de las clases media y alta urbanas. Eran los únicos que podían permitirse una casa neovernacular, un perro de pedigrí español, comprar muebles españoles fabricados a manos, utilizar libros de cocina y elegir entre comida francesa o española. Eso era impensable para la mayoría de españoles pobres". No hay mejor definición de la arquitectura nacionalista banal española que la cocina de las casas rurales. Basta con leer la descripción que rescata Storm de un artículo de 1926 para imaginar al menos un par de ejemplos cercanos: "Es obvio que el autor opinaba que una cocina acogedora decorada según las tradiciones seculares de la patria, con azulejos y muebles tradicionales, con cazos de cobre y platos de barro, estimularía la vida familiar y de esta manera podía contribuir a la rectitud moral de todos sus miembros en beneficio de la patria entera". La importancia de este espacio no es únicamente cultural, sino también moral: como puede ocurrir con un plato de puchero, la cocina donde se reúne la familia recoge los principios morales del nacionalismo español en esa línea que unía "la arquitectura regionalista, la moralidad personal, la vida familiar ‘tradicional’ y la grandeza de la patria".

Otros ejemplos semejantes pueden encontrarse en los perros o en el turismo. ¿En los perros? Mientras que en otros países como Reino Unido promocionaban su Yorkshire o los alemanes su pastor, España, que nunca se había distinguido por sus razas, comenzó a promover las nacionales, como el mastín español, el pointer de Burgos o el sabueso andaluz. El turismo tomó su nueva forma a través de la creación de la red de paradores que tanta fama tendrían durante el franquismo, o la creación del Patronato Nacional. Lo hicieron, eso sí, según el estilo nacional: "Para sumergir por completo al turista en una atmósfera española, los muebles y la decoración también eran de procedencia regional e incluso se vistió al personal con trajes tradicionales. Hasta la comida era casera, en el parador de Gredos incluso la preparaba una cocinera pueblerina, quien se suponía conocía mejor que los chefs profesionales las tradiciones locales". Todo es susceptible de ser nacionalizado, incluso el hogar donde los españoles viven. A día de hoy aún encontramos vestigios en nuestros hogares, siempre y cuando no hayan sido devorados por la homogeneización sueca. No siempre estuvieron ahí. Como concluye Storm, "aunque estos intelectuales y profesionales nacionalistas defendiesen que estaban difundiendo prácticas y formas firmemente enraizadas entre los españoles —básicamente, la clase media rural—, de hecho construyeron algo nuevo. Cuando empezaron, sus interpretaciones eran percibidas como algo nuevo e innovador, pero con el tiempo se dieron por hechas". Hasta la sevillana de encima del televisor se le tuvo que ocurrir a alguien.

Cazuela

Los mapuches preparaban “corri achawal”, suerte de caldo de ave (pavo o gallina araucana) que lleva papas, zapallo, choclo o chuchoca, porotos verdes, pimentones, quínoa, ají, hierbas silvestres. Podía llevar carne de guanaco, pudú o huemul denominándose "corri ilo".​ Probablemente por metonimia los españoles denominaron como "cazuela".

La olla podrida u olla poderida, posible hermana mayor de la cazuela. En América, ha quedado la noticia semi-legendaria de que en un improvisado almuerzo ofrecido en 1826 al almirante Manuel Blanco Encalada se le sirvió, entre otras exquisiteces, una cazuela de capón castellano, plato que, como la olla podrida, pudo ser introducido en América por los conquistadores a partir del siglo XVIII.

La cazuela es un plato típico en las gastronomías de Argentina, Chile, Ecuador, España, Francia, Italia, México, Perú, Portugal y otros países íberoamericanos. Recibe ese nombre por el tipo de recipiente en el que está cocinado,​ que suele ser una vasija de la familia de las ollas, de cuerpo bajo y vidriado en su interior.​ Como recipiente que preserva el calor cumple un doble servicio de cocinado y vajilla de mesa; en la cocina se hace uso preferente para contener aquellos platos que se introducen al horno.

Cazuelas latinoamericanas

La cazuela es uno de los platos gastronómicos más populares de América Latina, del que se encuentra la más amplia variedad según el país en el que se le pruebe, pero el origen presenta varias versiones.

La cazuela argentina

En Argentina la cazuela es considerada un plato tradicional,​ con muchas presencia en algunas gastronomías regionales, como la cuyana.

En su forma clásica la cazuela argentina es cazuela de pollo o gallina, cocinada con choclos, papas, arroz, arvejas, cebollas, zanahorias, tomates y condimentos.

Ingredientes

  • 1 kg. De Pollo
  • 1 Cebolla
  • 2 Papas
  • 2 Zanahorias
  • 2 Choclos
  • 300 gr. Chauchas
  • 2 litros de Caldo de verduras
  • Aceite de oliva
  • Laurel.
  • tomillo
  • perejil
  • orégano al gusto
  • 1 cucharada de Pimentón
  • Sal al gusto
Preparación
  1. El primer paso de está preparación lavando y cortamos el pollo en varios pedazos.
  2. En una sartén con aceite sofreímos los trozos de pollo.
  3. Procedemos a pelar y picar la cebolla, la zanahoria y las papas y seguidamente lavamos muy bien.
  4. Ahora, en una olla debemos sofreír la zanahoria y cebolla.
  5. Seguidamente, agregamos el pollo junto con las hierbas. Después, vertemos el caldo de verduras en la preparación.
  6. Dejamos cocinar por media hora y añadimos las chauchas, después el choclo y las papas. Debemos dejar que se cocine por 20 minutos más.
  7. Finalmente, sirven la preparación en cazuelas y además puedes agregar salsa picante para un mejor sabor.

En Argentina también se prepara cazuela de mariscos, especialmente en las ciudades con puertos marítimos, como Mar del Plata. La cazuela de mariscos argentina se cocina con los mariscos habituales en sus costas marítimas: mejillones, calamares, langostinos y camarones, cocinados con cebolla, tomate, ajo, morrón y zanahoria.

Otras cazuelas presentes en la gastronomía argentina son la cazuela de cordero patagónico en la Patagonia,​ donde también se prepara con luche o alga, la cazuela de guanaco (servida en pan de campo con chicharrones), así como cazuelas características del Noroeste, como la cazuela de cabrito y la cazuela de llama.

La cazuela chilena

La cazuela es en Chile un plato típico, elaborado con una presa de carne de vacuno, de pollo, de pavo, de ganso o de gallina de campo, más verduras variadas: zapallo, choclo, papa. A veces se le añade arroz, chuchoca u otras verduras.

Las cazuelas chilotas se elaboran con algún tipo de carne o mariscos, papas picadas, pueden llevar repollo, algas y otras verduras como zanahorias o arvejas. Algunas cazuelas chilotas son la cazuela de cordero con luche (espinazo de cordero y luche), la cazuela de cholgas secas (cholgas y repollos) o "cazuela chilota" y la cazuela de chancho ahumado con repollos.

Se cree que el plato se originó un día de improvisado almuerzo ofrecido al almirante Manuel Blanco Encalada, a quien se le sirvió una cazuela de capón castellano.[cita requerida] Pero hay así mismo una cazuela aún más antigua, que se remonta a los tiempos de la olla podrida, un plato introducido en Chile por los conquistadores españoles y que desde el siglo XVIII alcanzaría popularidad y variedad de presentaciones transformándola en la cazuela.

No solo en América Latina presenta la cazuela una gran variedad, sino incluso en Chile es imposible hablar de una única cazuela. Así encontramos que en el norte son típicas las cazuelas de vacuno o llama, y que en la mayoría de las veces lleva quinua en lugar de arroz. En la zona central predomina la cazuela de vacuno y ave, acomapañada de arroz, destacando en esta zona la cazuela de pava espesada con chuchoca. Un poco más al sur, en Chillán, es tenida por la más exquisita de todas las cazuelas chilenas. Aún más al sur, a la altura de Chiloé, encontramos las ricas cazuelas de chancho y cordero que además de las verduras comunes llevan luche picado, es decir un plato de alto poder reconstituyente e indicado contra el frío.

La cazuela ecuatoriana

Es un plato típico de la costa ecuatoriana y se prepara únicamente de mariscos, cocido al horno, con una masa hecha a base de plátanos verdes rayados, con la consistencia de un budín. La masa es pre-cocida a fuego lento, sobre un sofrito hecho de cebolla picada y tomate, condimentada con ajo, comino, achiote, culantro y maní molido. Luego esta masa es colocada en moldes de barro (greda), en los que previamente se había colocado trozos de pescado o camarones. Los moldes de barro son luego introducidos al horno hasta su completa cocción. La cazuela ecuatoriana de mariscos se sirve, generalmente, acompañada de arroz blanco, limón y ají.

La cazuela mexicana

En el norte de México existen varios guisos de carne de res que reciben este nombre. En la cocina de Sinaloa se cuece carne para puchero con ajo y hierbas de olor, el caldo se condimenta con tomate y cebolla. Las verduras más utilizadas son ejote, calabacita, elote y zanahoria. En cambio, en Sonora y Durango se utiliza carne seca con chile verde, papas, tomate, cebolla, ajo y cilantro.

La cazuela peruana

La cazuela de pescado y la cazuela de cordero son platos típicos de la costa peruana y se preparan con camote, papas, carne de cordero, choclo, zapallo, ají verde, y otras verduras.

Puchero

El término puchero (del latín pultarĭus, este de puls -harina cocida en agua-, pasando por "puche") es el nombre de varios tipos de cocidos preparados en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, España, Filipinas, México, Paraguay, Perú, Uruguay y en el sur de Brasil. Toman el nombre del recipiente de barro en el que de forma tradicional se han cocinado estos platos a lo largo de la historia.​ En Colombia, Ecuador, República Dominicana, Venezuela y en Puerto Rico es conocido como sancocho.

Puchera montañesa

El cocido montañés, o puchera montañesa, es el plato gastronómico típico español de Cantabria que, a diferencia de otros tipos de cocidos típicos del país, no lleva garbanzos como elemento principal del plato. Es un guiso de interior cuyos componentes esenciales son la alubia blanca y la berza, a las que se añade el compango procedente del matacíu del chon (chorizo, costilla, morcilla y tocino) y relleno de migas, huevo y carne.

Puchero andaluz

Consiste en un guiso formado principalmente por caldo que se obtiene de la cocción conjunta de carne de ternera, cerdo y gallina o pollo, tocino, huesos salados (hueso blanqueado de vaca y costilla de cerdo salada, a veces hueso de jamón serrano) en compañía de algunos vegetales, fundamentalmente garbanzos, y patata. También suelen añadirse otras verduras para complementar el sabor del guiso, como zanahorias, berza, apio, puerro, calabaza, acelgas o nabo.

El caldo del puchero se suele usar para preparar sopas de arroz, fideos u otro tipo de pasta de sémola dura de trigo de pequeño tamaño.

En sus orígenes, era una comida campesina andaluza, y como tal, se aprovechaban todos sus restos por lo que fueron surgiendo platos derivados. El caldo que sobra, llamado caldo —o caldito— de puchero, se toma con unas hojas de hierbabuena, a modo de consomé, la pringá, que es la carne y el tocino usados para hervir la sopa, se sirve normalmente como segundo plato, tras el puchero de plato principal. Al día siguiente, con los restos del pollo (o del jamón), se suelen cocinar los restos de la carne para hacer croquetas, o en otras localizaciones, se suele preparar la denominada ropa vieja.

Algunas variaciones añaden al caldo de puchero yema batida o vino.

Puchero andino peruano

El puchero andino peruano, o puchero serrano, tradicionalmente es servido en los carnavales de febrero como parte de las festividades. Mucha gente espera estas fechas para degustarlo. Para la cocción, como combustible se emplea leña seca y algunos troncos. Entre los ingredientes principales están: tocino, carne deshidratada de res, garbanzo, col, choclo, zanahoria, papa, camote, yuca, durazno, pitus y raqacha.

Puchero rioplatense

El puchero rioplatense es semejante al puchero andaluz del cual deriva. Sin embargo, en la región del Río de la Plata toman preponderancia las carnes sobre los vegetales debido a la abundancia de éstas; de hecho es poco común -en esta variedad de puchero- la presencia de garbanzos (tan comunes en los cocidos ibéricos), en muchas partes de Argentina y sobre todo en Paraguay y Uruguay, donde no se incluyen.

El protagonismo de las carnes en el puchero es cuantitativo y cualitativo. Esto significa que no sólo es generoso en cantidad de carnes, sino que se buscan especiales tipos de cortes de carne. Tanto es así que uno de ellos toma su nombre de este plato, por lo que nunca ha de faltar el puchero en el puchero, y otros cortes vacunos que tengan hueso como el caracú u osobuco (o, en su defecto, carne de aves de corral (en este último caso el más común es el llamado "puchero de gallina").

Otra diferencia con el puchero andaluz es la combinación de carnes dado que en la gastronomía del Río de la plata la carne de vaca suele consumirse por separado de la carne de ave, por lo que derivó en dos variedades de puchero, el puchero clásico y el puchero de gallina.

Los ingredientes típicos de un puchero rioplatense, además de las carnes, son al igual que el andaluz papa, zanahoria, mandioca, choclo y zapallo que vendría a reemplazar la calabaza y a diferencia del andaluz, se le suele agregar batata, puerro, En cambio no se utiliza chorizo colorado, tocino repollo y huevos.

La preparación suele ser sencilla: se van poniendo en la cacerola casi colmada de agua los ingredientes antes mencionados -por su dureza se suelen poner las carnes primero junto con los garbanzos-. Tales ingredientes suelen ser fraccionados o cortados adecuadamente —en cuanto a las papas, si estas son pequeñas conviene ponerlas íntegras2—; todo se hierve con fuego moderado hasta que se encuentre a punto -señal de ello suele ser el grado de cocción de las papas, que deben estar suficientemente tiernas para el paladar humano aunque no a punto de disolverse-. Una vez cocido se separan los ingredientes sólidos del caldo; este último puede usarse para preparar (como el tuco) (principalmente sopas de fideos), o para beber en consomé.

Los ingredientes sólidos casi siempre aliñados a gusto de cada comensal con aceite de oliva y especias al gusto (generalmente sal, pimienta, perejil y mostaza). Todo esto se sirve en amplios platos.

Para el argentino, Pedro Ibarra, chef de El Imparcial, el secreto de un buen puchero es el caldo. Son los restos de hervor que desprenden todos los ingredientes. Para saborizar: sal, pimienta y ají molido

Ingredientes

    • 400 gr de papas,
    • 200 gr de zanahorias,
    • 300 gr de choclo,
    • 500 gr de zapallo y
    • 350 gr de batatas;
    • 200 gramos de garbanzos.
    • 250 gr de acelga,
    • 200 gr de espinaca y
    • 300 gr de repollo blanco.
    • 1 kilo de codillo,
    • 1 kilo de falda
    • 250 gr de panceta,
    • 400 gr de pechito de cerdo,
    • 300 gr de pollo,
    • 200 gr de morcilla asturiana, chorizo colorado y chorizo criollo.
Preparación

    1. Hay que pelar y cortar gruesas 400 gr de papas, 200 gr de zanahorias, 300 gr de choclo, 500 gr de zapallo y 350 gr de batatas; 
    2. colocarlas en una olla, cubrirlas con agua salada, hervir todo junto de acuerdo a su dureza y sumarle 200 gramos de garbanzos. 
    3. En otra olla hervir 250 gr de acelga, 200 gr de espinaca y 300 gr de repollo blanco. 
    4. A la vez, desalar en agua por seis horas el codillo, la panceta y el pechito. 
    5. Luego, hervir 1 kilo de codillo de cerdo y 1 kilo de falda (40 minutos como mínimo), 250 gr de panceta, 400 gr de pechito de cerdo, 300 gr de pollo, más 200 gr de morcilla asturiana, chorizo colorado y chorizo criollo. 
    6. En total, terminar el plato lleva aproximadamente 2 horas. Una vez hervidas las carnes y las verduras por separado se presentan en una fuente: abajo las verduras y por encima la falda y el codillo cubiertos por los demás ingredientes. 
    7. Ofrecer aparte aceite de oliva, mayonesa casera y mostaza. Más caldo, a gusto.


Puchero de tres carnes

También conocido como 'Puchero Campechano', es parte de la cocina tradicional Campechana y se caracteriza por ser aderezado con un salpicón de fuerte sabor cítrico, que lleva cilantro, rábano, cebolla y naranja agria o de Castilla. Puede llevar una gran cantidad de vegetales como garbanzo, elote, colinabo, Chayote, plátano macho y calabacín, entre otros. Se le agrega también un fideo grueso local y como proteína carne de res, codillo de cerdo y tuétano (o huesos grandes que contengan gran cantidad de este). Usualmente es servido en platos grandes y hondos, acompañado de arroz blanco, tortillas de maíz y el caldo propiamente dicho es aderezado con el salpicón antes mencionado.​ Junto con el frijol con puerco Es un platillo muy común en las casas Campechanas, aunque no lo es tanto en restaurantes especializados en comida Campechana.

https://es.wikipedia.org/wiki/Puchero
https://www.clarin.com/entremujeres/bienestar/ollas-humeantes-arranco-temporada-puchero_0_rJrpkuoeZ.html

Cocido

El cocido es, por definición, un plato popular, barato y fácil de cocinar. Su antecedente directo, la olla podrida (que hoy se elabora con alubias en vez de con garbanzos), era inmensamente popular entre el pueblo llano, pues era la mejor forma de aprovechar la poca carne con la que se contaba, sacando el máximo provecho de los cortes menos nobles.

Aunque los garbanzos se conocen en Europa desde la Antigüedad, los romanos lo consideraban un alimento pobre y bárbaro. En España su consumo no se popularizó hasta tiempos de Al-Andalus y es probable que fueran los judíos sefardíes los que introdujeran su consumo estofado. Lo que es seguro es que, en torno al siglo XVI, los garbanzos eran uno de los alimentos principales de Castilla y los distintos tipos de “ollas” un plato básico, que incluso aparece mencionado en 'Don Quijote de la Mancha'. Pero la historia, en concreto, del cocido madrileño, requiere un capítulo aparte. En el siglo XVII el plato era habitual en las casas madrileñas, pero en la Corte se consideraba un alimento típico del pueblo llano, muy poco refinado.

El cocido madrileño se sirve tradicionalmente en tres vuelcos, esto es, tres raciones que se presentan en la mesa en un orden concreto: 

  1. La sopa del cocido, con fideos finos. 
  2. Los garbanzos, las patatas y las verduras. 
  3. Las carnes. 
En la actualidad lo habitual es servir la sopa primero, y los garbanzos, las verduras y las carnes al mismo tiempo (aunque, por lo general, en fuentes diferenciadas). Pero hay quien sirve primero la sopa con los garbanzos (para quienes gustan de echar la legumbre en el caldo) y, después, las carnes.

Procura no escatimar en los garbanzos que, al fin y al cabo, son el elemento principal de este plato. Se puede jugar con la composición de las carnes. Hay quién añade costillas de cerdo o codillo. En realidad casi ninguna carne de cerdo, pollo o ave va a fastidiar el cocido, por lo que las combinaciones son casi infinitas. Esto es sólo una propuesta más.

Ingredientes

(6 personas)

  • 300 gramos de garbanzos. 
  • 1 repollo 
  • Medio kilo de zanahorias 
  • 6 patatas medianas 
  • Medio kilo de morcillo. Lo ideal es pedir a nuestro carnicero que nos de una pieza de la parte baja de la pierna, que es la parte que queda más tierna. 
  • También se puede añadir falda de ternera.
  • Cuatro huesos de caña de vaca 
  • Dos muslos y contramuslos de gallina o, en su defecto, pollo de corral. 
  • Un chorizo para cocido, tipo cantimpalo. No usar chorizos muy ahumandos o especiados 
  • Una morcilla (de cebolla si va añadirse al cocido, de arroz si se echa aparte) 
  • Dos o tres puntas y/o huesos de jamón serrano. 
  • Un trozo de tocino fresco y un trozo de tocino blanco (unos 200 gramos). 
  • Un puñado de fideos finos. Sal.

Elaboración

  1. La noche de la víspera pon los garbanzos a remojo en agua templada con dos cucharadas soperas de sal. 
  2. En una olla grande coloca la carne, los huesos de jamón y de caña (atados de dos en dos con una cuerda fina para que no se salga el tuétano) y el tocino. Se pone a calentar. Cuando empieza a hervir retiramos la espuma que se haya formado, compuesta por impurezas proteicas y sangre coagulada que debemos retirar, y metemos los garbanzos escurridos de su agua (se pueden meter dentro de una red especial para que no se desparramen). Cuando rompe el hervor se baja el fuego para que, sin dejar de cocer, el cocido se haga lentamente. 
  3. Una hora después, se añade la gallina, el chorizo y, si nos gusta, la morcilla de cebolla, que es conveniente haber blanqueado antes, cociéndola aparte un rato, para que no marque demasiado el sabor del caldo. Se retira la espuma que haya vuelto a salir y se tapa otra vez. El cocido deberá cocer en total unas tres horas y media.
  4. Una hora antes de finalizar la cocción (cuando han pasado unas dos horas desde que echamos los garbanzos) volvemos a abrir la olla. Desgrasamos la superficie y añadimos la sal, las zanahorias, peladas y partidas por la mitad a lo largo y las patatas peladas, lavadas pero enteras. En este momento se puede añadir también el repollo picado y lavado, pero hay quien prefiere cocerlo aparte y rehogarlo en un poco de aceite con un par de ajos. 
  5. La morcilla o bien, como comentábamos, se cuece aparte en un cazo pequeño antes de añadirla al cocido o se corta en rodajas y se fríe aparte, según más guste (en este caso hay quien prefiere optar por la morcilla de arroz. 
  6. Terminado de cocer el cocido, se separa en otra olla el caldo necesario para la sopa, dejando algo en la olla para que las viandas no se enfríen ni se sequen. Se añaden los fideos al caldo y se cuecen durante unos 10 minutos (o lo que indique el fabricante para que no queden pastosos). 
  7. Se sirve la sopa (primer vuelco) –que pude acompañarse de cebolletas frescas en trozos y unas piparras– y, después, una fuente con los garbanzos, la verdura y las patatas (segundo vuelco) y otra con la carne partida en trozos, el chorizo, el tocino, la morcilla, el tuétano y el pollo y gallina (tercer vuelco). Hay quién acompaña los garbanzos con una salsa de tomate casero, y quien gusta de bañarlos en aceite de oliva.

La bola o relleno

Aunque no es habitual en todas las casas, la bola o relleno es un elemento clásico del cocido, un tanto extravagante, pero delicioso. Consiste en preparar una especie de tortilla con pan, huevo, ajo y perejil, que se echa en el cocido (lo que hace que se empape del caldo). 

Ingredientes

  • 150 gramos de miga de pan (del día anterior), 
  • 2 huevos, 
  • un diente de ajo picado y 
  • una cucharada sopera de perejil picado 
  • 2 o 3 cucharadas soperas de caldo del cocido. 

Preparación

  1. En una ensaladera se baten los huevos y se añade el pan desmenuzado, el perejil y el ajo muy picado. 
  2. Se revuelve bien y se forma una especie de croqueta o tortilla grande. 
  3. En una sartén se pone aceite a calentar y se dora la bola. 
  4. Se saca y se echa en el cocido a cocer media hora. 
  5. Se sirve cortada en rodajitas.

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-18/como-hacer-el-cocido-madrileno-perfecto-en-tres-vuelcos_1154015/
https://www.latazadeloza.com/2016/10/cocido-madrileno-tradicional.html
https://www.petitchef.es/recetas/aperitivo/rellenos-de-cocido-receta-mejorada-fid-1355977

Olla podrida

Olla podrida es el nombre popular de un guiso original de la cocina española presente ya en la gastronomía de la Edad Media, y encuadrado dentro de la familia de los cocidos. Toma su nombre del recipiente en el que tradicionalmente se cocina, y es un plato fuerte, adecuado por tanto para el invierno. En España tiene especial tradición en Castilla, principalmente en la provincia de Burgos.

Al parecer el nombre original era “olla poderida”, es decir “olla poderosa” y esto sí que va muy acorde al plato.

En Argentina y Uruguay, ya desde el Virreinato del Río de la Plata (se considera que desde la expedición comandada por Fernando de Magallanes ca. 1520) eran comunes las ollas podridas criollas que incluían carnes del país (llamas, guanacos, ñandúes etc. aunque muy pronto merced a la extraordinaria proliferación de vacunos se dio preferencia a las carnes rojas de vaca y especialmente vegetales del país rioplatense: papas, batatas, zapallos, choclos, porotos, zanahorias, ajíes e incluso en las zonas norestinas del Cono Sur también mandioca, con menos porcentaje de repollo y garbanzos, de este modo la olla podrida rioplatense dio lugar al puchero argentino-uruguayo y rioplatense en general cuyo consumo suele hacerse principalmente en los días fríos del Cono Sur (entre mayo y septiembre).

En Puerto Rico y Colombia la olla podrida evolucionó al sancocho, plato que en cada región tiene diferentes versiones, que van desde el "trifásico" costeño que lleva tres carnes: cerdo, pollo y res; en las demás se hace de gallina o res, pero siempre acompañado de yuca, plátano, papa y adobo.

En Cuba, es el antecedente del ajiaco, el plato nacional de la cocina cubana, rico en yuca, boniato, papa, malanga (blanca y amarilla), ñame, maíz (en mazorcas y en bolitas de maíz tierno), calabaza, plátano (verde y maduro) , agujas, morro, cachetes y masas de cerdo, falda, pollo (a preferir gallina) y tasajo, en el adobo el condimento especial es el ají (pimiento), además de cebolla, tomates, ajos, sal y manteca de cerdo.

En Costa Rica, derivó en olla de carne, muy popular en la comida criolla y tradicional. Se prepara a base de verduras y distintos tipos de carne, especialmente la de res y pollo. Antaño era el plato tradicional para la cena, especialmente en las familias de menos recursos. Contiene principalmente vegetales autóctonos como el chayote, camote, yuca, papa, zanahoria y elotes, aunque es normal complementarla con otros ingredientes como el ñame, los tacacos y el ayote. La olla de carne en Costa Rica se sirve normalmente con arroz, cocinándose éste muchas veces como parte del plato o bien aparte. Los vegetales que sobran se preparan en "puré de verduras" al día siguiente.

En México se le han integrado elementos vernáculos como el chile o el xoconostle, aunque en ciudades como Perote se sirve del modo tradicional.

En Perú el cocido que mejor ha preservado la herencia de la olla podrida es el shámbar; tradicional en el departamento de La Libertad. Otro cocido en el que las legumbres ceden su protagonismo a las verduras diversas es el sancochado plato típico de su gastronomía y variante mestiza de la olla podrida9​ o el cocido madrileño.10​ Consiste en una sopa a base de carne, tubérculos y verduras. Se ha hecho tradicional en la ciudad de Lima su consumo los días jueves; hoy es una de las sopas más populares del Perú.

Varían en función de la región o país que la cocine. Así, la olla podrida española tiene entre sus principales ingredientes la alubia (judía) roja, cocinada en olla de barro durante varias horas (de ahí su nombre) hasta que quedaban blandas. A la olla se le añaden los siguientes ingredientes cárnicos fuertes: morcilla de arroz, chorizo, adobados, curados y ahumados (costilla, panceta, oreja y morro del cerdo o pezuñas). También en ocasiones se añade la bola o relleno (similar al cocido), realizado con huevo.

En función de la geografía, se suelen servir primero las verduras en el plato, después la carne y por último el caldo, que debe estar caliente.

Domingo Hernández de Maceras en su Libro del Arte de Cozina en el capítulo LIV que tiene por título: Cómo se ha de hazer una olla podrida dice:

Para hazer una olla podrida, se le ha de echar carnero, vaca, tocino, pies de puerco, testuz, longanizas, lenguas, palomas, lavancos, liebre, lenguas de vaca, garvanços, ajos y nabos si es su tiempo, y la carne que cada uno quisiere. Se ha de mezclar todo en una olla y ha de cozer mucho. Llevará sus especias; y después de bien cozida, se harán platos de ella, con mostaza de mosto o de otra, y por encima los platos échale perexil y es muy bueno.

Ingredientes

  • ½ kg de alubias rojas
  • 1 chorizo
  • 1 morcilla de Burgos
  • 1 pata de cerdo adobada
  • 1 rabo de cerdo adobado
  • 1 oreja de cerdo
  • 300 gramos de costilla de cerdo
  • 1 pimiento verde
  • 1 cebolla mediana
  • 1 puerro
  • 1 zanahoria
  • Sal al gusto

Preparación

  1. Lava las alubias y ponlas en remojo la noche anterior a la preparación.
  2. Pon también en remojo, en otro recipiente, las carne de cerdo adobadas: el rabo y la pata, si compraste alguna otra pieza adobada, remójala también durante toda la noche.
  3. Llegado el día de cocinar pon las alubias en una olla grande con suficiente agua (deben quedar bien cubiertas) y pon a calentar a fuego medio.
  4. Cuando empiece a hervir, échale 1 taza de agua fría para “asustar” las alubias, con esto vas a evitar que se les desprenda la piel. Repite este proceso 2 veces más.
  5. Agrega la verdura limpia y picada y sigue cocinando a fuego suave.
  6. Pon también todas las carnes en la misma olla.
  7. Ahora simplemente es cuestión de tiempo. Revuelve de vez en cuando y prueba el punto de sal, rectifica al gusto.
  8. Cuando el grano haya ablandado y las carnes estén tiernas pues ya tendrás lista la olla podrida.

Notas

  • Como estás cocinando a fuego suave, esta receta puede tomar un par de horas en hacerse.
  • Al momento de servir en la mesa hay 2 formas de hacerlo:

    • Todo junto en un plato.
    • En dos vuelcos: pones por separado las alubias con las verduras y el caldo por un lado, y en otro plato las carnes.
El Relleno
  1. Batimos 2 huevos y le añadimos una cucharada de pan rallado, pimienta, ajo en polvo, perejil, y aplastamos un trozo del tocino.
  2. Lo freimos como si fuera una tortilla, mas o menos la cantidad es un cazo de los de servir.
  3. Se añade a las alubias y que de un hervor con todo.

lunes, 23 de mayo de 2022

Jengibre confitado

Ingredientes

  • Jengibre fresco, 250 g
  • Azúcar, 400 g
  • Agua, 500 g
  • Una pizca de sal
  • Azúcar para rebozar, 80 g

Preparación

  1. Comenzaremos pelando con una mandolina la raíz del jengibre, seguidamente lo cortamos en láminas muy finas o pequeños dados. 
  2. Ponemos una olla al fuego con abundante agua, suficiente para que cubra el jengibre y llevamos a ebullición.
  3. Una vez que hierva mantenemos la cocción durante 10 minutos a fuego medio, cuando pase el tiempo escurrimos en un colador el jengibre y repetimos esta misma operación de nuevo.
  4. En otra olla, mezclamos los 500 gramos de agua de la receta con los 400 gramos de azúcar, añadimos la pizca de sal, y el jengibre escurrido y cocinamos hasta que la temperatura llegue a 106 grados centígrados. 
  5. Retiramos del fuego. Si no disponemos de termómetro, coceremos la preparación durante media hora a fuego bajo-medio.
  6. Una vez pasado el tiempo, escurrimos el jengibre confitado justo cuando acaba la cocción, en un plato donde tengamos azúcar blanquilla, sacudimos el exceso de azúcar, para después dejar secar los dados de jengibre encima de una bandeja con papel de horno durante ocho horas o bien encima de una rejilla.

Masa para pastas caseras

Ingredientes

  • 300 g de harina 0000
  • 1/4 cdta. de sal fina
  • 3 cdas. de aceite
  • 150 cc de agua hirviendo
Preparación

  1. Mezclamos los ingredientes y damos forma a la masa.
  2. Formamos un bollo, lo envolvemos en film y lo guardamos en la heladera
  3. Retiramos y la masa esta lista para usar

https://www.facebook.com/matycocinaok/videos/246843707661470/

sábado, 21 de mayo de 2022

Garam Masala

El masala (conocido también como "massala") es una mezcla de diferentes especias usadas en la cocina india que le confiere un sabor y un aroma característicos. ... Masala significa, literalmente, “mezcla de especias”. Las recetas de Garam Masala varían según la región.
Intentan preparar el garam masala en polvo con las especias disponibles en su país. Simplemente asar los ingredientes en la sartén sin aceite, a fuego medio, revolviendo continuamente, para que no se queme.
Cuando las especias se enfríen, muélelas en el molinillo y guárdalas en el refrigerador durante 3-4 meses en un recipiente hermético para mantener el aroma. 
Casi en todos los platos Indios usamos el garam masala. No se preocupen, si no tienen cardamomos.  
Y si usted no sois amantes del picante pueden agregar granos de pimienta negra moderadamente.

Ingredientes

  • 4 Hojas de Laurel
  • 10 gramos de Pimienta Negra 
  • 10 gramos de Clavos de olor
  • 5 gramos de Canela
  • 30 gramos de Semillas de Comino 
  • 10 gramos de Semillas de Hinojo
  • 10 gramos de Cardamomo Verde 
  • 10 gramos de Cardamomo Negro
  • 35 gramos de Granos de Cilantro
  • 1 Anis Estrellado
  • 1/2 o 2 gramos de Nuez Moscado

Martín Holownia Cocinero Profesional
https://www.facebook.com/martinholowniacocineroprofesional/posts/1984563108398719

jueves, 19 de mayo de 2022

Pastelitos criollos

Esta receta de pastelitos es muy simple porque no requiere los pliegues clásicos del hojaldre. La masa estirada y cortada se puede conservar en el freezer por 3 meses. 

Ingredientes

  • Cantidad necesaria de aceite para freír
  • Cantidad necesaria de granas
La masa de hojaldre
  • 500 g de harina
  • 100 g de manteca
  • 250 cc de agua
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de jugo de limón
Para hojaldrar
  • Cantidad necesaria de manteca
  • Cantidad necesaria de almidón de maíz
El relleno y cobertura
  • 250 g de dulce de membrillo o batata
  • 1 taza de almíbar

Preparación

  1. Cortar la manteca en cubos y arenar con la harina. Sumar el agua y si se desea, unas gotas de jugo de limón si la masa se va a conservar unos días en la heladera. Unir la masa, amasar unos minutos y descansar. 
  2. Estirar la masa a lo largo bien fina, formando un rectángulo.
  3. Una vez estirada la masa, untarla con manteca blanda.
  4. Espolvorearla con almidón de maíz, enrollar la masa, envolverla en papel film y llevarla al frío por 30 minutos.
  5. Aplastar el rollo con el palo de amasar. Girar la masa y estirarla nuevamente. Colocarle más manteca blanda y volver a espolvorear con fécula de maíz y enrollar.
  6. Llevarla a la heladera otros 30 minutos. Retirar y estirar la masa bien fina.
  7. Cortar en cuadrados de 10 centímetros de lado.
  8. En cada cuadrado de masa, colocar un cubito de dulce de batata o membrillo. Cerrar con otra masa y apretar los pliegues en cada extremo. 
  9. Freír los pastelitos a 140°. Es una temperatura baja, para que se cocinen por dentro. "Molestarlo" con la ayuda de dos tenedores, levantándole las capas superiores, para que estas se abran. ​
  10. Escurrirlos en un plato con papel absorbente y subir la temperatura hasta los 180°. Al sumergirlos se van a ver muchas burbujitas qu indican que el aceite está bien caliente y que dorará a los pastelitos en unos pocos minutos. Retirar y colocar de costado en una rejilla, para que escurra el aceite que quedó entre las capas

lunes, 16 de mayo de 2022

Queso Duro Sardo Argentino

Receta para la elaboracion de queso duro tipo Sardo Argentino a partir de leche vacuna; para hormas de 3 kilogramos.

  1. Colocar la leche en la olla previo filtrado
  2. Hacer los controles de calidad
  3. Pasterizar la leche a 65 ºC y mantener la temperatura 30 minutos
  4. Bajar la temperatura a 32 ºC
  5. Colocar 0.2 gr. De cloruro de calcio x litro de leche
  6. Tomar la acidez
  7. Agregar fermento de suero de 100 a 140º Dornic para levantar la acidez 4º D. Esto se logra con 4 % de suero para los que tienen una acidez de 100º D y 3 % para los que alcanzaron los 140º D.
    Si no se tiene la cantidad de suero para levantar los 4º D, agregar lo que tengas y esperar a que la acidez suba los 4 º. Esto mejora los sabores, aroma y grana del queso.
  8. La forma de preparación de suero verde esta descripta en la parte inferior de esta publicación.
  9. A los 10 minutos, agregar el cuajo según lo indicado en la etiqueta (cambia según el tipo de cuajo)
  10. Dejar reposar 15 minutos manteniendo la temperatura y empezar a controlar si la coagulación está finalizada. Esto ocurre cuando al ingresar un cuchillo en la cuajada en forma inclinara y al levantar se abre como un libro sin romperse y con buen brillo
  11. Lograda la coagulación, comenzar a lirar primero en un sentido y luego en forma perpendicular, buscando que los cubos tengan 2 x 2 cm.
  12. Manteniendo la temperatura dejar reposar 5 minutos.
  13. Comenzar a lirar la cuajada para reducir los granos al tamaño de un grano de arroz, siempre manteniendo la temperatura
  14. Comenzar a cocinar la masa calentando a razón de 1 grado centígrado cada 2 minutos hasta llegar a 50 ºC, revolviendo en forma suave en forma circular y levantando la masa desde abajo hacia arriba.
  15. Detener el calentamiento y mantener la agitación por 10 minutos.
  16. Detener la agitación y dejar reposar 20 minutos
  17. Con la masa sedimentada comenzar a sacar el suero
  18. Reservar una parte para producir el fermento verde a utilizar en la próxima elaboración.
  19. Colocar la masa en el molde y prensar. La forma puede ser como en la foto o redondo con 2 caras planas
  20. A los 30 minutos hacer un volteo de manera que la parte inferior quede arriba y viceversa
  21. A los 90 y a los 150 minutos volver a voltear y prensar aumentando la presión.
  22. Dejar en la prensa de 3 a 4 horas. El queso tiene que alcanzar 60º Dornic de acidez o 4.9 a 5.0 de pH.
  23. Colocar en cámara fría hasta el día siguiente.
  24. Sacar del molde y salar en seco con 20 gr de sal por kg de queso
  25. Poner a orear en una sala con una temperatura de entre 15 y 20 ºC y 85 º de humedad.
  26. A las 12 horas hacer un volteo colocando el queso en un lugar distinto de donde se apoyó la primera vez
  27. Hacer un volteo cada 24 horas las primeras 2 semanas, cada 2 días las siguientes 2 semanas, y 2 veces por semana el resto de tiempo que se le de maduración.
  28. Si durante la maduración desarrolla algún hongo, lavarlo con una salmuera de 100 gr de sal x litro de agua.
  29. Este es un queso que se puede comercializar con muy buen sabor a los 15 – 20 días para picadas o a partir de los 60 días como queso de rallar en el que va a desarrollar un sabor más fuerte.
  30. Maduración:
    • Para los que quieran un queso madurado premium a este queso se le madura desnudo durante 6 meses y luego se lo comercializa.
    • También se lo puede madurar de 60 a 90 días desnudo en el que ya ha desarrollado muy buen sabor y aroma y luego se lo envasa al vacío para que no siga perdiendo peso.

PREPARACIÓN DE UN FERMENTO VERDE O DE SUERO PARA LA ELABORACION DE QUESOS DUROS

  1. Sacar suero de queso de la tina en la que se elaboró quesos duros cuidando que no vayan migas y colocarlo en un recipiente limpio y desinfectado con aislación y con doble camisa para poder calentar y mantener la temperatura de 40º C.
    Con el suero de otros quesos también se puede hacer, pero el desarrollo de la acidez será más lento dependiendo de la variedad.
  2. Dejar reposar manteniendo la temperatura, durante 24 horas para que las bacterias se reproduzcan. La acidez debe llegar a 100 140 ºDornic. Los bacterias que se desarrollaran son fundamentalmente lactobacillus helveticus y lactobacillus delbrueckii subsp. Lactis.
    Puede ocurrir que el primer día no llegue a la acidez, de ser así, sacar nuevamente suero y agregar un 20 % del acidificado del primer día y mantenerlo a 40 ºC hasta que llegue a la acidez buscada.
  3. Alcanzada la acidez, colocarlo en cámara fría (4 a 8 ºC) hasta su uso por un tiempo máximo de 48 horas, porque el suero tiene pocos nutrientes y las bacterias pueden morir por falta de alimentación.
    Si se quiere guardar por más de 72 horas es necesario agregar al suero leche pasterizada en función de los días que se lo quiera guardar y de esta manera proveer nutrientes para las bacterias.
  4. Antes de utilizarlo, tomarle la acides y ver que cumpla con las características indicadas más abajo.
  5. Características que debe reunir el suero al momento de utilizarlo.
    • La acidez debe estar entre 100 y 140º D, sino llega elaborar uno nuevo.
      • No debe haber formación de espuma, ni olor a fruta, ni a alcohol, tiene que ser agradable, que recuerde al jugo de un limón, sin sabores amargos.
      • Se puede enriquecer con fermento liofilizado de lactobacillus helveticus o Bulgaricus.
      • Siempre conviene utilizarlo fresco porque con el paso del tiempo las bacterias se van muriendo por falta de alimento o envejecimiento. Lo recomendable es guardarlo no más de 48 horas.
    • La vida útil del fermento depende de la calidad higiénica del trabajo en tina o en el manejo del fermento.
      • El lactosuero puede ser congelado para su conservación hasta 6 meses a -18°C, pero deberemos tener la precaución de mezclarlo al 20% con leche hervida y enfriada. Una vez hecha la mezcla, la almacenaremos a 4°C durante al menos 4 horas antes de pasarla al congelador.
      • Si utilizamos suero descongelado como fermento, el descongelamiento deberá hacerse rápidamente.

https://www.facebook.com/photo/?fbid=5419328154779018&set=a.198972460147973


domingo, 15 de mayo de 2022

Jamu (bebida indonesia de cúrcuma y jengibre)

Las bebidas curativas caseras pueden aliviar muchas enfermedades, especialmente fortalecer la inmunidad, y su efecto positivo puede prevenir la aparición de enfermedades. Todos los sabores están incluidos debido a la selección de materiales. Dulzura, acidez, salinidad, picante, amargor. 

Bebe un vaso (200 ml) de zumo por la mañana y por la noche para aprovecharlo al máximo. Si se siente enfermo o se está recuperando de la gripe, puede duplicar fácilmente su ración diaria. Las bebidas se pueden almacenar en la nevera hasta 5 días. Vale la pena hacer una gran cantidad a la vez. Diviértete y pruébalo

Ingredientes 

-para 250 ml-

  • Cúrcuma 10g
  • Galangal 3 g (jengibre tailandés, o 6 g de jengibre normal en su lugar, o simplemente más cúrcuma)
  • 4g de Azúcar moreno, como el azúcar de palma o el azúcar de coco o Azúcar de dátiles 
  • Tamarindo fermentado 3g ( o 1 cucharada de zumo de limón) -250 ml de agua 
  • un pizca de sal

Preparación

  1. En una cacerola, poner agua, cúrcuma y galanga (jengibre) troceada, y calentarlo.
  2. Después los batimos y agregar edulcorante, sal, tamarindo(zumo de limón)
  3. llevar ebullición y dejar en fuego lento durante 20 minutos
  4. Después colarlo y listo para tomar

https://www.facebook.com/cocinajaponesa/posts/5132097810142995

miércoles, 11 de mayo de 2022

Empanadas de alcayota

Ingredientes

  • 3 tazas harina
  • 100 grs margarina
  • 1/2 taza leche
  • Canela o esencia vainilla
  • 50 grs azúcar flor.
  • mermelada de alcayota

Preparación

  1. En un bol mezcla todo y hace una masa.
  2. Porciona del mismo tamaño y rellena con la mermelada de alcayota.
  3. Para cerrarlas, moja la masa con los dedos húmedos en agua, cierra y presiona con el tenedor; pincela con 1 huevo batido.
  4. Lleva al horno por 20 minutos a 180 grados.

https://vidarecetas.com/receta/empanadas/empanadas-de-alcayota

martes, 10 de mayo de 2022

Referescos

Esta bebida es conveniente prepararla por la noche. A la mañana siguiente le dará su sabor brillante.

Ingredientes

Primero

  • Fresa
  • Lima
  • Menta

Segundo

  • Pepino
  • Limón
  • Menta

Preparación

  1. Se cortan las fresas y las limas en rodajas y se colocan en un jarro de vidrio con un manojo de hojas de menta, hielo y agua. Del mismo modo para el Segundo refresco, se trocea el pepino y el limón en rodajas y se colocan junto a las hojas de menta , el hielo y el agua.

Compota Mohito

Ingredientes

Para 3 litros

  • 400 -g fresas
  • 0.5 -lima
  • 250 g de azúcar (opcional)
  • menta un poco

Preparación

  1. Colocar los ingredientes en una frasco o botellon
  2. llenar con agua hirviendo y envuelver en una manta.
  3. Dejar así un par de días.
Notas
  • No quitar los tallos

https://www.instagram.com/p/CdQF_x7KRVm/

Quesos en Oliva

La conservación en un medio graso es una de las técnicas utilizadas desde la antigüedad para preservar alimentos. Consiste en sumergir el alimento en manteca de cerdo o aceite de oliva virgen extra  de manera que quede totalmente cubierto por la misma. Eso impide que el aire llegue a entrar en contacto con el alimento y se conserve durante más tiempo.

En el caso concreto de conservar queso en aceite de oliva virgen extra, no solo se consigue alargar su duración, sino que también se evita que se ponga demasiado duro y se consigue que el queso gane en sabor.

La receta de esta exquisitez es tan sencilla como:

  • Retirar las cortezas del queso y cortarlo en trozos.
  • Ponerlos en un frasco de cristal con cierre hermético junto con las hierbas aromatizantes elegidas
  • Rellenar con un buen aceite de oliva virgen hasta cubrirlo todo completamente.
  • Cerrar bien el frasco y dejarlo en un sitio fresco y seco -no heladera- como mínimo dos semanas antes de empezar a disfrutar de él.

sábado, 7 de mayo de 2022

Granos y sus derivados

Se ha preguntado alguna vez ¿cual es la diferencia entre chuchoca y polenta? o ¿Cual es la diferencia entre el trigo mote y el mote de trigo?

Derivados del Trigo
  • Trigo mote. Es el grano descortezado en caliente mediante lejía alcalina, convenientemente lavado con agua potable y secado.
  • Mote de trigo. Es el grano cocido, descortezado con lejía alcalina, mojado y lavado con agua potable para liberarlo del álcali.
  • Trigo majado. Es el trigo sometido a la descortización mediante el chancado.
  • Trigo inflado. Se obtiene sometiendo el cereal limpio al autoclave (30-40′ a 300°C ), y luego al vapor ( 3′ a 12 atmósferas); después se disminuye. bruscamente la presión, lo que provoca la ruptura del endosperrna y el hinchamiento del grano.
  • Sémola es el producto de estructura granulosa, obtenido por molienda gruesa y cernido del trigo duro y/o semiduro. Si la molienda es fina se obtiene la semolina y si el trigo es blando, el granito.
  • Burgol. es una variedad de trigo que se obtiene a partir del trigo Candeal, el cual es partido, precocido y secado.
  • Cous Cous. Parte dura del trigo molida de tal forma que no se ha llegado a convertir en harina, este proceso de molienda se puede hacer con otras especies cereales tales como: cebada, mijo, polenta, arroz o de los granos de maíz.
Derivados del Maíz
  • Mote de maíz. Es el maíz cocido, descortezado en caliente mediante léjía alcalina y lavado con agua.
  • Morocho majado. Es el maíz descortezado por el chancado.
  • Polenta. Es el producto de la molienda gruesa del maíz secado y descortezado.
  • Chuchoca. Es el producto de la molienda gruesa del maíz tierno (choclo), previamente cocido y secado al sol. Es un fraude substituirlo por el maíz maduro y crudo, que no tiene las propiedades organolépticas de la chuchoca legitima; la cual presenta, además, entre los derivados del maíz el mayor contenido y calidad de proteínas, determinada por su Utilización Proteica Neta.

Gari, Jengibre Encurtido

Ingredientes:

  • 1 Kg de raiz de Jengibre fresco joven
  • 3 tazas de vinagre de arroz
  • 2 tazas de azúcar
  • 2 cucharaditas de sal
Preparación:
  1. Lava la raíz y quítale la piel. Corta el jengibre en rebanadas finas y salalos. Aparta a un lado las rebanadas saladas en un tazón durante una hora.
  2. Seca las rebanadas con papel y pónlas en un contenedor/tarro esterilizado.
  3. Pon el vinagre de arroz y el azúcar en una cazuela y llévalo a ebullición.Vierte la mezcla caliente de vinagre y azúcar sobre las rebanadas de jengibre. Déjalo enfriar.
  4. Cubre el tarro y guárdalo en la nevera.
Nota:
  • El jengibre conservado en escabeche cambia su color hacia rosado. Si usas jengibre viejo, no quedará el tono rosado de forma natural.

Brochetas de Pollo Fulful Bhar

El Fulful Bhar es una mezcla de especias y, como tal, en cada casa donde se prepara hay una forma de hacerla. Fulful bhar es de origen árabe y condimenta muchos y diferentes platos. 

Fulful Bhar, muy generico

Ingredientes

  • 1 parte de canela molida, 
  • 1 parte de curry, 
  • 1 parte de pimienta negra molida, 
  • 1 parte de comino molido.

Preparación

  1. Como todas las mezclas de especias lo que se hace es utilizarlas molidas, por lo que las moleremos en un molinillo u otro utensilio.
Notas
  • Y como ya sabemos que el curry es una mezcla de especias, en lugar de utilizar curry podemos utilizar en una proporción menor algunas de estas especias: semillas de cilantro, algo más de semillas de comino, cúrcuma molida y jengibre molido, nuez moscada, pimentón, etc.


Brochetas de Pollo Fulful Bhar

Fulful Bhar

Ingredientes 
  • 50 gr de cúrcuma
  • 25 gr de pimentón dulce
  • 2 clavos
  • 3 cayenas
  • 1/2 nuez moscada
  • 1 cucharada de semillas de cilantro
  • 1 cucharadita de pimienta negra en grano
  • 1 cucharadita de comino en grano
  • 1 rama de canela 
Preparación
  1. Introducir todos los ingredientes en el vaso de la thermomix y triturar hasta reducir a polvo fino.
  2. Guardar en un recipiente cerrado.

Brochetas

Ingredientes
  • 500 gr de pechuga de pollo
  • Cebolla en trozos grandes
  • 3 cucharadas soperas de Fulful Bhar
  • 1/2 vaso de aceite de girasol
  • Perejil picado
  • Sal
Preparación
  1. Limpiar y cortar la pechuga en cuadrados y la cebolla en trozos grandes.
  2. Añadir las especias Fulful Bhar, el aceite de girasol y la sal. Mover muy bien para que se integren todos los ingredientes y la carne quede impregnada por completo.
  3. Guardar en un recipiente con tapa, con cierre hermético si no queréis que el olor impregne toda la nevera. Yo lo guardo en un tupper y de vez en cuando lo saco de la nevera y le doy un buen meneo para que se mezclen bien los ingredientes.
  4. Dejar macerar en la nevera durante unas 12 horas.

Guarnición de Verduras

Ingredientes
  • Champiñones
  • Setas 
  • Mazorcas de maíz
  • Tomate cherry
  • Sal
  • Aceite
  • .... y todo lo que se os ocurra
Preparación
  1. Limpiar las verduras. Cortar los champiñones en láminas.
  2. Hacer a la plancha  con un chorreon de aceite.
  3. Podéis montar minibrochetas con champiñones y tomate cherry.
  4. Armarlas es tan sencillo como ir alternando trozos de carne con trozos de cebolla.
  5. Listo para poner en la barbacoa. El pollo no tarda mucho en hacerse, así que ojo si no queréis tomar unas brochetas carbonizadas.
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