Ingredientes
- 1 taza de agua
- ¼ de taza de cúrcuma en polvo
- 1 ½ – 2 cucharaditas de pimienta negra molida. La cantidad exacta de pimienta, dependerá de si se quiere dar o no un toque picante a la pasta.
- 3-5 cucharadas de aceite de coco o de oliva de buena calidad. La cantidad exacta de aceite dependerá, de que tan pastosa o suave se prefiera la mezcla.
Preparación
- En una olla, a fuego bajito, se pone a calentar agua. Aproximadamente una taza.
- Cuando el agua comience a estar tibia, se agrega la cúrcuma. Más o menos 1/2 taza. También se agrega la pimienta negra molida. Cerca de 1.5 – 2 cucharaditas.
- Se mantiene el fuego bajo y se revuelve constantemente, hasta que se forma una pasta.
- Luego, esa pasta se mezcla con aceite. Más o menos 1/4 de taza.
El resultado final se almacena en un frasco de vidrio y se puede guardar refrigerado por varios días.
Si queremos seguir a quienes hablan de la conveniencia de consumir la cúrcuma cruda, lo único que hay que hacer es mezclar muy bien, sin cocinar, todos los ingredientes hasta que se incorporen formando una pasta homogénea. La pasta resultante se almacena en un recipiente de vidrio con tapa y se almacena. Preferiblemente en la nevera para desacelerar la oxidación de las sustancias grasas.
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