- 50 g de semillas de mostaza
- 1 copa de vino blanco
- 1/2 taza de vinagre blanco destilado, vinagre de sidra, vinagre de vino o vinagre de malta
- 1/2 taza de agua
- 2 cucharadas de miel
- 1/2 cucharadita de sal de mar
- Sazonador de canela, clavo de olor y nuez moscada
Preparación
- En un recipiente, coloca las semillas de mostaza y cúbrelas con vino, vinagre y agua. Deja que repose durante la noche.
- La mañana siguiente, transfiere las semillas y el líquido a la licuadora. Agrega la miel, el sazonador y la sal. Mezcla hasta obtener una textura espesa y suave.
- Si crees que la mostaza quedó demasiado pastosa, agrega vino, vinagre o agua, 1 cucharada a la vez, hasta que la mezcla tenga la textura que deseas.
- Recuerda que el vinagre que elijas será determinante en el sabor de tu mostaza. Si la haces con vinagre blanco destilado, tendrá un sabor más intenso. En cambio, con el vinagre de malta o de vino, la mostaza será más suave.
- Almacena en jarros de vidrio esterilizados y mantenlos refrigerados.
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