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domingo, 31 de julio de 2016

(no)Queso untable de girasol

Ingredientes
  • 100 g (1/2 taza) Semillas de girasol 
  • Aceite de oliva
  • 1 cdita Jengibre picado 
  • 1/2 cdita. Cúrcuma
  • 1 cdita. Levadura nutricional
  • Sal marina a gusto
  • c/nAgua 
Preparacion:
  1. Activar las semillas de girasol poniéndolas en agua durante 2 a 4 hs.
  2. Colocar las semillas activadas (sin el agua de remojo) en el vaso de la licuadora de mano. Añadir un chorrito de aceite de oliva y el resto de los condimentos. En el caso del jengibre, ir añadiendo de a poquito y probar.
  3. Procesar con el mixer agregando agua de a poco hasta la consistencia deseada.
  4. Guardar en frasco tapado en la heladera. No dura mucho tiempo ya que no tiene conservantes adicionados, pero es muy rico así que lo van a consumir rápido.


(no)Queso de Papa

Ingredientes
Hervir dos papas, incorporarlas a una procesadora
junto a 4 cucharadas de agua, pocillo de aceite, levadura nutricional
en copos, unas gotitas de limón y condimentos
(sal y pimienta como base).
  • 500gr Papas 
  • Agua, Cantidad necesaria 
  • 50cc Aceite de oliva o girasol 
  • 25cc Vinagre de vino o Jugo de Limón 
  • 1/2 Cdita Pimienta negra 
  • 1 Cdita Sal marina 
  • 1 Cda Tomillo, fresco o seco 
  • 1 Cda Albahaca, fresco o seco 
  • 1 Cda Romero, fresco o seco 
  • Opcional: 2 Cdas Levadura de cerveza en copos 
Preparacion
  1. Cocinar las papas al vapor (preferible éste tipo de cocción para no perder nutrientes), enfríar
  2. Colocar en una licuadora o procesadora (es importante procesarlo, no obviar ésta parte) junto con el resto de ingredientes y un poco de agua para empezar. 
  3. Procesar unos segundos hasta que se vaya transformando en una crema espesa si hace falta agregar más agua hasta lograr una textura suave y cremosa. 
  4. Volcar sobre un recipiente y llevar a la heladera hasta que enfríe y tome más firmeza. Ya va a estar listo para usar, por ejemplo: sobre una pizza, milanesas vegetales, o para untar sobre pan o galletitas. etc. 

Notas:
  • Si lo van a usar sobre una pizza recomiendo que lo pongan a lo último, no calentarlo mucho porque si no se hace muy "baboso". 
  • Se puede comer frío untado en galletitas o pan como si fuera un "queso" crema untable. 
  • Conservar no más de 4 días en la heladera, pasado éste tiempo cambia la textura y sabor. 

jueves, 28 de julio de 2016

Tabulé de coliflor

El tabule (ar: تبولة tabboulah), tabulé fue inventado por Kildani en mesopotamia, es una ensalada oriunda de Siria, Iraq, Palestina y Líbano que es empleada a veces como acompañamiento del conjunto de aperitifs típicos de la zona. Se trata de un plato frío consumido en los calurosos meses de verano en todo el Levant.
Sus ingredientes principales son perejil finamente picado, trigo bulgur, aceite de oliva, tomate, así como lechuga y otras hierbas aromáticas y servido con zumo de limón como aderezo. En algunas gastronomías del medio Oriente se suele emplear hojas de lechuga para servir.
En amplias zonas del Magreb se prepara de forma similar, sustituyendo el bulgur por cuscús y un poco de perejil.
En esta versión que presentamos reemplazamos el bulgur por coliflor.

Ingredientes:
  • 1 coliflor pequeña
  • 1/2 cebolla morada
  • 1/2 pepino 
  • 1/2 aguacate/palta
  • 1 pomodoro
  • Sal rosa del Himalaya, 
  • jugo de limón, 
  • pimienta de cayena.
Preparacion
  1. Para recrear la consistencia del bulgur procesen la coliflor hasta que tome una forma muy parecida al arroz. 
  2. Ponganla a marinar con un poco de limón, sal, pimienta de cayena y si gustan algunas hierbas. Cuanto más tiempo la dejen marinando más sabor va a tener. 
  3. Corten el resto de las verduritas en cubitos chiquitos, condimenten y armen el plato como más les guste. 
  4. Pueden mezclar todo y dejarlo en la heladera por una hora o más para acentuar su gusto.

martes, 26 de julio de 2016

Mascarpone

He aquí una manera rápida y sencilla de hacer queso mascarpone. Utiliza cremor tártaro (ácido tartárico) que es un compuesto presente de forma natural en distintas frutas.

Ingredientes:
  • 1 litro de nata para cocinar
  • ¼ Cp. de cremor tártaro
Preparacion:
  1. Calentamos la nata al baño maría hasta que alcanza 85 grados de temperatura. Si no hiciésemos el calentamiento al baño maría se nos podría pegar y quemar parte de la nata a la base de nuestra olla.
  2. Añadimos la mitad el cremor tártaro y revolvemos sin parar durante varios minutos. Si no se cuajara la nata, añadimos el resto del cremor. Pero es posible que con muy poca cantidad consigamos que la nata se cuaje.
  3. Colamos en colador recubierto de tela de quesero y atando las cuatro esquinas de la tela la colgamos y dejamos escurrir durante una hora.
  4. Pasamos el queso a un cuenco y ya se puede comer o se puede conservar en la nevera durante un par de semanas.


Uso de los fermentos mesófilos y termófilos

Son muchísimos los factores que influyen en la elaboración de un tipo particular de queso: la leche, los tiempos, la temperatura, el salado, la maduración, … y puede que también algún tipo de fermentos únicos que no seremos nunca capaces de encontrar en una tienda. Dicho esto, siguiendo las recetas y usando el tipo de fermento de la familia adecuada, podremos aproximarnos. Y esto es lo que pretende dar la siguiente lista, una simple y seguramente burda aproximación que nos dice qué tipo de fermento usan los quesos más famosos.
Fermentos mesófilos (que como sabemos son fermentos que proliferan a temperaturas medias, que no debe superar nunca los 38 grados).
Son los más usados y entre los quesos que los usan están el camembert, el brie, el manchego, el chedar, queso de cabra, roquefort, queso feta, havarty, gouda y muchos quesos frescos. También se puede utilizar para hacer nata agria.
Fermentos termófilos, que soportan temperaturas más altas (hasta 53 grados) y que sólo se activan a partir de 20 grados. Son menos utilizados en el mundo en general, aunque son los fermentos estrella de la quesería Suiza e Italiana. Con ellos se hace el gruyere, el emental, parmesano, provolone, mozzarella, queso de Monterrey. La mayor parte de los yogures también se hace con fermentos termófilos.
Mezcla de fermentos: para conseguir sabores más completos y fermentaciones activas en un rango relativamente amplio de temperaturas, se utilizan también mezcla de fermentos termófilos y mesófilos. No son características de ningún queso tradicional, pero se usan mucho en la actualidad en quesos modernos.
Para acabar, es importante entender la diferencia entre fermentos y hongos. Ambos son necesarios y juegan un papel importantísimo en quesos tan importantes como el roquefort, el cabrales o el brie, pero son diferentes. Los hongos son visibles (azules en el caso del roquefort y brie y blancos en el caso de un brie o un camembert) y se suelen añadir al inicio del proceso de maduración del queso.




Tipos de Fermentos Lácticos

Las bacterias, en general, se pueden clasificar en función al rango de temperatura en la que se desarrollan de forma eficaz. Según este criterio, los dividiríamos en:

  1. Psicrófílos: que se desarrollan a temperaturas de refrigeración.
  2. Mesófilas: que se desarrollan a temperaturas entre 20 y 35 ºC.
  3. Termófilas: que se desarrollan a temperaturas 35 y 50 ºC.

Los fermentos lácticos pertenecen a los grupos de los Mesófilos y Termófilos, en función del tipo de queso y proceso de elaboración.

Los fermentos lácticos se pueden clasificar a su vez en:

  • Homofermentatívos: durante la fermentación producen gran cantidad de ácido láctico, como los lactococcus lactis y lactococcus cremoris; del tipo Mesófilos.
  • Heterofermentativos: Durante la fermentación no solo producen una pequeña cantidad de ácido láctico, si no que producen aromas, sabores y en ocasiones gas carbónico generando “ojos” en la masa del queso. Un ejemplo son las del genero diacetylactis (Mesófilas), o las propiónicas que se utilizan en la fermentación de los quesos con ojos de gran tamaño.

Otros microrganismos que se utilizan en la elaboración de queso son:

En el caso de los mohos, el género más utilizado es el penicillium. En la elaboración de quesos con moho blanco, como el Camembert, se usa el penicillium Candidum . A la hora de elaborar quesos con moho azul, como el Cabrales, se usa el P. Roqueforti. En el caso de cortezas naturales, podemos encontrar otros mohos como el P.Commune.

También están las levaduras, que se utilizan para estimular el crecimiento de otros microorganismos y se aplican en la superficie del queso dando un color “rojizo”  y olores muy potentes a establo.


lunes, 25 de julio de 2016

Cloruro de calcio

El cloruro de calcio o cloruro cálcico (CaCl2) es una sal de calcio muy utilizada como aditivo alimentario. En la UE tiene el código E509 y su papel y función depende del tipo de alimento o proceso de trasformación al que se aplique.
En la elaboración de quesos, se utiliza para reforzar el contenido en calcio de una leche que ha sido pasteurizada, proceso que en parte destruye el calcio natural. La falta de calcio impide un cuajado efectivo y con ello la elaboración. Es importante aclarar que el cloruro de calcio tiene una capacidad limitada a la hora de facilitar un cuajado y si se aplica a una leche tratada por el método UHT y de calidad dudosa es más que probable que no seamos capaces de cuajar un queso por mucho cloruro que pongamos. Sin embargo, en leches pasteurizadas frescas (las que se conservan en nevera), la adición de un cucharita de café por cada 4 litros de leche tiene un efecto inmediato facilitando un cuajado más rápido y consistente.
Se usa también para bajar el ph de una solución. En la elaboración de cerveza, añadido al agua con la que vamos a hacer el mosto, conseguimos el efecto de bajar el ph a la vez que la endurecemos, mejorando con ello la fermentación y el sabor de la cerveza. Los grandes aficionados a la cerveza saben lo importante que es el agua en el resutlado final y por ello se utilizan este tipo de aditivos para recrear un agua ideal.
En cocina molecular, es una de las posibles parejas del aginato de sodio a la hora de hacer esferificaciones. Este divertido proceso culinario que nos permite crear geles de consistencia firme en cuestión de segundos se consigue gracias a una reacción entre el ya mencionado alginato (que se obtiene de forma natural de unas algas) y una sal de calcio, pudiendo ser el cloruro de calcio una de ellas.
Finalmente, la industria de la alimentación lo usa también como agente reafirmante para verduras y frutas cocinadas dándoles una textura más firme. Se utiliza también para retener la humedad de un alimento y reducir su punto de congelación.
El cloruro de calcio puede encontrarse en forma de polvo o en solución líquida.


Como se hace el queso

Existen centenares de variedades, con diferentes sabor, textura, color, aroma. De alto valor nutritivo es uno de los principales productos agropecuarios a nivel mundial, incluso más que el café, el té, el arroz y el tabaco juntos. Es un alimento típicamente occidental, que existe desde épocas prehistóricas. Hablamos del queso, usado en cientos de comidas, como aperitivo, entrada, plato principal, e inclusive postre, consumiéndose anualmente más de 15 mil toneladas de queso en todo el mundo.
No existen datos precisos sobre el origen del queso. La referencia concreta más antigua que tenemos corresponde a grabados en tumbas egipcias de 2300 años antes de nuestra era, aunque es muy probable que existiera ya como alimento desde antes de la invención de la escritura, en épocas de la prehistoria. Su proceso de elaboración, no obstante, no ha variado demasiado a cómo se lo fabrica hoy en día por fuera de la cadena industrial.
El queso contiene calcio, fósforo, según el tipo de elaboración entre un 7% y un 34% de proteínas, alto contenido de calorías, y –según el tipo de leche utilizada en su elaboración- entre un 22% y un 47% de grasas. Si bien el queso es muy nutritivo, se suele excluir de regímenes contra la obesidad (precisamente por su alta proporción de calorías y grasas), y en líneas generales se recomienda comer con moderación (regla básica para una buena alimentación). Aunque como bien dice la frase popular "cada día, queso, y al año, queso", como una forma de enfatizar en que ingerir queso a diario nos hará bien.
Pese a que –como dijimos- la referencia concreta más antigua que tenemos proviene desde el Antiguo Egipto, se puede entender que su elaboración es mucho más antigua, tanto que algunos historiadores insisten en que se elaboraba queso inclusive en la prehistoria de la humanidad. Mientras algunas fuentes ubican su origen en el continente asiático, unos 5000 años antes de nuestra era, existe una leyenda que señala que fue descubierto por un mercader árabe, que al viajar por el desierto (puede ser en África o en Asia), vio que la leche que había guardado en un recipiente de estómago de cordero había fermentado. Debido a la combinación del calor y cuajo del estómago de cordero, la leche estaba coagulada, y al probarla notó su rico sabor y que podía seguir siendo consumida.
Esta "forma de leche" es mucho más fácil de transportar, porque la leche se compacta y en menos espacio cabe más cantidad. A la vez que se evita el tener que cuidar posibles derrames. Al mismo tiempo, si se le agrega sal, extendemos el tiempo de duración, de conservación del producto. Características que convirtieron al queso, en la antigüedad, en un producto alimenticio ideal para viajeros, ejércitos, y todos aquellos que deben pasar largos días de travesía.
Cuando hervimos la leche y ésta tiene un sabor amargo, es porque se ha coagulado. Cuando esto sucede la cuajada de leche (lo más espeso que nos queda en el recipiente) elimina el suero de la leche (de un color casi cristalino). Si volcamos el suero, y pasamos la cuajada por un tamiz apretándola para que elimine por completo el suero (por ejemplo por una gasa limpia, o por un filtro de café –aunque seguramente se nos romperá), lo que obtendremos es llamado "paño de queso". Sólo nos falta agregarle sal, para que tengamos queso freso. Así, sencillamente.
A este "paño de queso fresco", si queremos conservarlo varios días, debemos compactarlo, y darle un proceso de fermentación de 4 a 8 semanas, tiempo en el que formará una cascarilla de color amarillento (color más típico del queso).
Lo descrito anteriormente es una aproximación a cómo podemos elaborar rápidamente queso en nuestros hogares, aunque –como con casi todas las comidas- no es recomendable si queremos seguir deleitándonos con una rica lonja de queso. En la fabricación industrial del queso, al proceso de cuajado de la leche (separación del suero líquido), le continúa un proceso de fermentación y acidificación, que se realiza con vinagre, limón o –el método más empleado- bacterias. Éstas pueden ser las mismas bacterias de la cuajada u otras que se adicionan específicamente, todo dependiendo del tipo de queso que se va a obtener.
Luego viene un proceso de extracción del agua de la cuajada, que se realiza por prensas o con calor, a lo que a su vez, y siempre dependiendo del tipo de queso final que se elaborará, puede incluir otras técnicas adicionales, como el proceso de lavado de la cuajada en agua caliente, para la elaboración de los quesos cremosos y del queso mozzarella. Finalmente, se agrega la sal, el último ingrediente, tan importante como la leche, materia primaria. Si bien en algunos quesos, la sal sólo es adicionada en su superficie, en la mayoría se mezcla junto a la cuajada. Además de contribuir al sabor específico, la sal es importante para la conservación del producto.
Por último, los quesos son sometidos a un proceso de añejamiento, que varía en tiempo y forma siempre dependiendo del tipo de queso que se está elaborando. E incluso algunos son sazonados con especias o con vino, otros sumergidos en agua salada para intensificar su sabor, etc. Muchos quesos, también, no pasan por este proceso de añejamiento debido a que son producidos para su consumo casi inmediato, los denominados quesos frescos.
Además de su procedimiento de elaboración, también influye en sus características y en el tipo de queso obtenido, en el tipo de leche usada. La mayoría de los quesos de consumo cotidiano son elaborados con leche de vaca, pero también son muy conocidos los quesos elaborados con leche de cabra, oveja, búfala, camella, etc.
Aunque es casi imposible realizar una lista única de quesos, sólo en Francia hay más de 400 variedades de quesos, y en España encontramos, por ejemplo, el queso Burgos, Cabrales, Cebreiro, Mató, Quesaillas, Roncal (por sólo nombras algunos) y el queso manchego, típico de la región de La Mancha, signo de identidad junto al Quijote.


sábado, 23 de julio de 2016

Jaroset

El jaroset (también escrito haroset) es una especie de masa o pasta dulce que se come en Pésaj porque su color y textura recuerdan al barro con el que los esclavos hebreos construían los edificios de Egipto. Puede ser más espeso o menos, y según la procedencia (askenazí o sefardí) del cocinero se hace con unos ingredientes u otros, propios de la región. El jaroset askenazí se suele elaborar con manzanas y nueces, y el sefardí con frutos secos como dátiles, orejones y pasas, por lo que tiene un sabor que recuerda al gusto navideño.

Ingredientes
  • un puñado de dátiles
  • un puñado de pasas de Corinto o sin pepitas
  • un par de orejones de melocotón
  • vino tinto
  • almendras, nueces, piñones o pistachos crudos y sin sal
  • el zumo de una naranja
  • miel (opcional)
  • canela (opcional)
Preparacion
  1. En un cuenco se echa vino (tinto, rosado o incluso dulce) y se sumergen dentro los frutos secos para que se hidraten. dejándolos ahí varias horas o de un día para otro.
  2. Como queremos hacer una pasta, podemos usar el mortero a la vieja usanza o el robot triturador de la batidora, que para eso estamos en el s. XXI. Tan sólo hay que deshuesar los dátiles, y triturar todos los frutos junto con unas cuantas almendras, nueces, avellanas, pistachos o lo que tengamos en la despensa.
  3. Si queda muy espeso, se añaden unas cucharadas del vino en el que estuvo la fruta o el zumo de media naranja, además de una miaja de canela.
Existen del Jaroset tantas recetas como familias judías haya, cada comunidad tiene su propia variante con los ingredientes kosher más accesibles a su posición geográfica correspondiente. De esta forma se tiene:
Una receta típica del Este de Europa (o de tradición Ashkenazi) podría incluir nueces, manzanas, canela, y vino dulce — ingredientes mencionados por el Rey Salomón en el Cantar de los Cantares como resumen de los atributos de los pueblos judíos. La miel o azúcar puede ser empleada tanto como un edulcorante como un ligante de la pasta: la mezcla no es cocinada.
Las recetas de la tradición de la cocina sefardí generalmente son cocinadas y pueden incluir uvas pasas e ingredientes nativos del Oriente Medio, tales como el ficus, dátiles y semillas de sésamo. Por ejemplo:
  • En Egipto, se elabora sólo de dátiles, uvas pasas, nueces, canela y vino dulce.
  • En Grecia y Turquía, puede consistir en manzanas, dátiles, almendras picadas y vino.
  • En Irak y Asia Central alguna compota de ciruelas
  • En Italia, puede incluir castañas
  • En España y Portugual se incluye dátiles y pistacho.
Los Mizrahi

No todos los pueblos judíos denominan a este plato "Jaroset". Entre algunas comunidades judías de Oriente Medio se denomina a este plato Halegh. El significado exacto de la palabra Halegh no está muy claro. Rav Saadia Gaon emplea la palabra como un tipo de nuez que es uno de los ingredientes obligatorios en la preparación del halegh.

Simbolismo

Su color y textura recuerda a los ladrillos que elaboraban como esclavos los israelitas cuando eran esclavos en el Antiguo Egipto, la palabraJaroset proviene del hebreo Jéres — חרס — "arcilla". El maror (una salsa amarga elaborada con rábanos picantes) es un ingrediente especial en el Plato del Séder, el Jaroset hace una función muy auxiliar en él. Antes de comer el maror, los comensales mojan una hoja de lechuga en el Jaroset y de esta forma agitan el Jaroset ante de abordar el maror. Esta acción trae a los hogares la idea de lo duro que fue a los Israelitas trabajar en Egipto, combinando metafóricamente en la comida las lágrimas de los ojos (el maror) con un alimento que recuerda el mortero rojo que se empleaba en la elaboración de los ladrillos del antiguo egipto.
A pesar de la connotación simbólica que posee este plato, el Jaroset es un plato muy conocido y favorito de los niños. Durante la celebración de la comida del Seder, puede ser comido a placer, a menudo untado sobre un matzah. En opinión de algunos, se dice que este alimento es uno de los más sabrosos de los que se prueban durante estas celebraciones.


jueves, 21 de julio de 2016

Sopa de mani boliviana

Dicen que fue lo último que comió el Che Guevara antes de morir en aquella escuelita de La Higuera, Bolivia, donde lo tenían prisionero. Pero no fue el guerrillero quién popularizó la sopa de maní, sino Elba Rodriguez, la joven de padres bolivianos que resultó ganadora de MasterChef. Bajo la consigna de preparar una comida de la infancia, Elba deslumbró al jurado con “el mejor plato de toda la competencia”, según sentenciaron.
La sopa de maní es una de las recetas más tradicionales de Bolivia y es ideal para el invierno, por el alto contenido calórico que posee. Cada cocinero tiene sus secretos. Acá te enseñamos a prepararla.

Ingredientes:
  • 6 nudos de osobuco
  • 6 papas
  • 1/2 taza de arvejas
  • 1 taza de maní pelado
  • 3 litros de agua 
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 4 zanahorias 
  • ½ pimiento rojo
  • ½ pimiento amarillo
  • 1 cucharadita de aceite
  • 1 cuchara de perejil  
  • 1 cubito de caldo de gallina o de res
  • Comino, pimienta, pimentón, orégano, cúrcuma y sal a gusto.  
Variaciones:
  • 6 hojas de repollo partidas en dos
Preparación:
  1. Dejar el maní pelado en remojo por 10 minutos y luego procesarlo junto a una taza de agua hasta que quede una mezcla cremosa sin grumos ni durezas. 
  2. Pelar las papas y cortarlas en cuatro. 
  3. Picar la cebolla, el ajo,  las zanahorias, el pimiento rojo y el pimiento amarillo. Saltear en una sartén con una cucharada de aceite. 
  4. En una olla, poner a hervir 3 litros de agua con el caldo. Justo antes del punto de ebullición, agregar la carne. 
  5. Después del primer hervor, agregar las verduras con la sal, el comino, la pimienta y el pimentón. Luego, agregar el maní triturado. 
  6. Dejar cocer hasta que la carne se ablande. Luego agregar las papas y las arvejas. 
  7. Servir en un plato hondo, con un pedazo de carne, papas fritas por encima y perejil.  
El periodista Jorge Mansilla Torres dijo en México que lo último que comió el guerrillero Ernesto “Che” Guevara fue una sopa de maní que le llevó Ninfa Arteaga, profesora de la escuela de La Higuera, el 8 de octubre de 1967.

“Fue un acto de amor, el más relevante y humano en esa terrible tarde-noche, horas antes de que el sargento Mario Terán le disparara una ráfaga mortal por instrucciones del imperio”, relató el Embajador boliviano en México.
En un multitudinario acto por los 80 años del nacimiento de Guevara realizado en el Club de Periodistas de México, el también poeta hizo esa revelación con datos, dijo, tomados de un testimonio de Ninfa Arteaga, la hija del telegrafista de aquella población.
A tiempo de proponer a los habitantes de La Higuera y Vallegrande que se alleguen de ingresos económicos ofreciendo esa sopa -“la última comida del Che”-, a los miles de turistas y visitantes que reciben cada año, Mansilla leyó un texto conmovedor para certificar, según remarcó, la pertenencia boliviana de esa vianda de la culinaria criolla.
Testigo de la llegada del Che prisionero a La Higuera y al verlo encerrado en un aula de la escuela, la maestra Ninfa habría contado, años después, aquella historia.
Para el caso, el embajador puso estas palabras en boca de la hija del telegrafista:
“Siempre invitamos algo a los que llegan y yo quisiera llevarle esta comida, le dije al capitán, si me permite. Usted me espera aquí mientras consulto, me dijo, y se tardó bastante, después volvió y me ordenó que pase”. 
“Yo me fui al aula con mi portaviandas y ahí estaba el señor con su silencio, bien agitado, asmático en reposo, según se supo luego en todo el mundo”. 
“¿Quiere comer?, le dije, es una sopa de manicito, está caliente y rica. Él respondió que sí con la cabeza mirándome los ojos y las manos. Yo destapé la vianda con la crema blanca y un poco espesa, calientita, y le alcancé sentándome a su lado” 
“Uno dos tres y cuatro cucharadas. Está rico, me habló con su voz ronca, ¿de qué me dijo que era esta sopa? Es de maní, señor, lo preparamos para las fiestas grandes: ceremonias de matrimonios, santos, cumpleaños, misas de nueve días, bienvenidas, las fiestas patronales y otras fechas”. 
“Qué raro, de maní y qué sabroso, dijo el señor bastante despeinado, en el suelo sentado, sin zapatos, con su barba en desorden, qué apetito, cinco seis siete hasta diez cucharadas”. 
“Perdón, me dijo luego, es que mi hambre hace juego con esto que está rico… Me pidió que le cuente el preparado. Yo respondí, según las ocasiones: almuerzo de maní o chupe o crema sobre un hervido en olla destapada, con carne de gallina o bien de vaca, a veces con zanahoria, con arvejas, con camarón o brócoli, le dije, y como bendición: perejilcito”. 
“No podía creer, pero quería que le dé la otra vianda sin pedirme, yo se la di al tiro y cuenta y cuenta y cuenta de remojar maní, luego pelarlo, que aquí siempre se encuentra aunque está caro”. 
“Y el señor que no cree, que es extraño, que del maní hiciésemos manjares, que en Cuba y Argentina no lo saben, que ojalá un día puedan cocinarlo todas las gentes a su libre albedrío porque el maní… y meta come y come, ¡Señor de Malta, cuánta hambre, Dios mío!”. 
“Al poco rato a tiros lo mataron, clarito se escuchó para el recuerdo y supe que su nombre, Che Guevara, ya tenía sentencia desde cuándo”. 
“¡Ya deje de llorar, gritó mi padre, sin dejar de teclear su maquinita: ta tatatá tatá al Alto Mando desde La Higuera, usted no llore, no vayan a apresarnos o matarnos por ese guerrillero muerto de hambre, tatatatá como una metralleta.” 
“Llore en silencio y después por la radio propalaron su nombre, gran noticia, que no quiso rendirse, que ni modo… Lo estoy viendo comer y estoy llorando, sopita de maní, hambre de lobo”. 
“Así que de maní muy bien cocido y en olla grande pero destapada, que lo sepan los pueblos, bendecido almuerzo de maní del Che Guevara”. 
“Almuerzo de maní, mejor Maniche, por el maní y el Che palabras juntas. Sea el Maniche el plato de La Higuera, con un soneto escrito por la vida en la pared leyenda de la escuela con la firma del Che, ¡viva Bolivia!”.

Y el soneto atribuido al Che:

“Agradezco a la vida haberme dado
este sabor que hará parte del sueño
que ya viene, de nuevo soy mi dueño
después de un siglo sin probar bocado.

Ninfa me dijo el simple preparado
de este manjar cocido a lento leño,
el buen maní, maná de tanto empeño
en el menú del pueblo imaginado.

Almuerzo de maní sin protocolo
porque el hambre me trajo de esta suerte,
saciado estoy y no me siento solo.

A fuego lento se cuece la historia
a fuego vivo-vivo, patria o muerte,
será el sabor final de la victoria.

miércoles, 20 de julio de 2016

¿Qué es el cuajo?

El cuajo es una enzima específica llamada quimosina (EC 3.4.23.4) o renina utilizada en la fabricación de queso cuya función es separar el agua de la leche, llamado suero, de la cuajada, a partir de la cual se fabrican los quesos. El cuajo es conocido desde tiempos muy antiguos, pero su componente activo y puro, la quimosina, sólo se conoce desde hace unas cuantas decenas de años. El cuajo antiguo se obtenía del estómago de terneros lactantes. Se sumergía una parte del estómago en cuestión en salmuera, y tras dejarlo reposar hasta que la quimosina difundiera a la salmuera, se utilizaba parte de ese líquido en la leche a cuajar.
El inconveniente de este método antiguo radica en la dificultad para obtener dosis precisas de cuajo, y en su variabilidad de concentración a lo largo de su tiempo de uso. El cuajo químico, la quimosina pura, no tiene este inconveniente, por lo que es más fácil estandarizar los tiempos de cuajado. En cuanto al cuajo puro, existen cuajos naturales: quimosina extraída químicamente del estómago de los terneros, y cuajo sintético, descubierto hace una decena de años: es quimosina obtenida a partir de procedimientos de síntesis química sin usar el estómago de terneros como materia prima.
El accionar de la quimosina es bien conocido por las ciencias de la leche. Actúa directamente en un punto delimitado de la caseína (una de las proteínas mayoritarias de la leche). Al romper dicha molécula se inicia la formación de un gel que atrapa la mayoría de los componentes sólidos de la leche; este gel se contrae poco a poco ayudado por la acidificación previa de la leche por medio de bacterias acidolácticas, y al contraerse va expulsando suero. Al cortar el gel en cubitos, se logra separar entre un 50 y un 90% del contenido inicial del agua de la leche.

Cuajo vegetal

Antiguamente se elaboraban la mayoría de los quesos del mediterráneo con cuajo vegetal, ya que para los pastores y ganaderos no era rentable sacrificar un animal para obtener sus jugos.
Como consecuencia de la comercialización y la industrialización, se ha ido “olvidado”la antigua técnica de trabajo artesanal.
El cuajo vegetal se puede obtener de la leche de la higuera, el lampazo o el Galio. Pero sin duda el que otorga mejores resultados es el del cardo (Cynara cardunculus o cynara humilis)
La flor de cardo produce una cuajada más suave y cremosa que el de procedencia animal, si bien es cierto que el coágulo resulta más delicado a la hora de trabajar el queso. Es un cuajo muy proteolítico, lo que significa que produce una transformación más rápida e intensa de las proteínas presentes en la leche; de hecho, los quesos que han sacado al cuajo vegetal de su olvido en España han sido las Tortas extremeñas, bien del Casar, de la Serena o de los Montes de Toledo, que se caracterizan por su textura blanda y untuosa. Estas “Tortas” solamente pueden elaborarse con coagulante vegetal.
Es un cuajo muy bueno para quesos frescos y tiernos, aunque da excelentes resultados también en queso duros.No conviene, sin embargo, para las coagulaciones lácticas, ya que provoca unas cuajadas muy blandas y difíciles de escurrir.
El coagulante vegetal se considera adecuado para dietas vegetarianas en las que no se quiera consumir ningún producto derivado del sacrificio de animales, y los quesos elaborados con este cuajo son considerados “Halal” por los musulmanes y “Kosher” por los judíos.
Es, por tradición, el cuajo propio de los territorios mediterráneos, que dejó de emplearse sólo por criterios comerciales. Si no queremos dejar perder los sabores que han marcado nuestra historia, acercarnos al queso elaborado con flor de cardo, de cualquier tipo, es una buena forma de conocer nuestro pasado gastronómico y de construir un futuro más sabroso.

Cuajo de Cardo

  1. Se recoge la flor del cardo cuando los pistilos tienen un color azul intenso y no han comenzado a secarse. Esto suele ser a principios del mes de Junio, pero depende de cómo venga el año.
  2. Se dejan secar a la sombra, hasta que la flor se ha secado completamente. Entonces se arrancan los pistilos tirando con la mano y se guardan en un saco de tela o un tarro tapado.
  3. Para preparar el cuajo, se coge un puñado y se pone en un vaso con agua (250 cc.) a temperatura ambiente la noche anterior a su uso.
  4. Al día siguiente, se escurre el agua, se reserva ésta, y se ponen los pistilos en un mortero con agua limpia. Se majan bien con la mano del mortero, y cuando el agua tiene un color oscuro se escurre, se mezcla con la anterior y se añade más agua clara a la hierba.
  5. Se repite la operación hasta que el agua no se colorea. El agua de todas las operaciones, mezclada, cuaja unos diez litros de leche a 35º C.
  6. También puede utilizarse del mismo modo la flor de la alcachofa, pariente próximo del cardo, pero deja la cuajada más blanda y es más difícil de manejar.

Cuajo de higuera

El látex de la higuera se usa en la fabricación casera de “cuajada”, pues tiene la virtud de cuajar la leche. Ello se debe a la acción de sus enzimas sobre las proteínas lácteas.
Para realizar esta operación se coge una ramita joven, se le arrancan las hojas por la base y se remueve la leche hasta que se cuaje. Esto suele hacerse al comienzo de la primavera, cuando las hojas acaban de salir y los higos todavía están sin formar.
Veamos lo que nos decía al respecto Fca. del Carmen Sánchez en el nº 8 (página 92) de esta revista:
  1. “Cogemos un tallo de higuera (más bien grande) que no esté seco porque lo que cuaja la leche es la savia del tallo, que también le da un sabor característico. 
  2. Partimos el tallo y lo introducimos en un tazón de leche entera, endulzada y templada, y lo movemos despacio en sentido de las agujas del reloj, sujetándolo por un extremo.
  3. Utilizaremos tantos tallos como sea necesario (no más de cuatro, porque amargaría). 
  4. Cuando empiece a cuajar dejadla unos segundos y estará lista”.

Las dos técnicas empleadas son rescatadas de relatos pululares, existen diferentes técnicas según zona, pero todas cumplen la función de cuajar.


martes, 19 de julio de 2016

Masa de harina de maiz

La harina de maíz que se usa en las tortillas está nixtamalizada con cal para ablandar el grano, lo que permite una finura de la harina que no alcanzan otras formas de molido del maíz (como la polenta que se usa en Argentina).
La nixtamalizacion se puede hacer con ceniza como se hace en Chile cuando preparan motemei. de hecho el termino Nixtamalizacion deriva del Náhuatl nextli = cenizas y tamali = masa
Simplemente se hierven los granos secos de maiz en agua con cal (1/2 kilo de maiz, 1 cucharita de cal inactiva) unos 30 minutos, luego se deja reposar en agua toda la noche (ya obtuvimos nixtamal), si se pueden perlar facilmente con la mano se procede a colar y escurrir (el liquido de cocción se llama nejayote), se lava con agua fria y remueven los hollejos de los granos, solo resta moler.

Ingredientes:
  • 3 tazas de harina de maiz nixtamal
  • Agua
  • Sal
Preparación:
  1. Partiendo de la harina ya preparada la mezcla y preparación dela masa no varia de cualquier masa tradicional de trigo, simplemente se va agregando agua la harina a medida que la masa "va pidiendo".




lunes, 11 de julio de 2016

Paloma torcaz en salsa

Ingredientes:

  • 4 palomas
  • 1 cebolla
  • 5 dientes de ajo
  • 2 zanahorias
  • 1 trozo de pan
  • 1 vaso de vino tinto
  • 1/2 vaso de aceite de oliva
  • 3 clavos, 4 pimientas, perejil y sal

Preparacion:

  1. Refreímos los ajos, la mitad de la cebolla, el perejil y el pan.
  2. Sacamos todo cuando esta refrito y lo ponemos en el mortero, hacemos un majado y reservamos.
  3. En el aceite del refrito introducimos las palomas sazonadas y la rehogamos, le añadimos las especies.
  4. Ponemos la media cebolla restante y las zanahoria, todo ello cortado en trocitos pequeños, y seguimos rehogando.
  5. Le añadimos el vaso de vino tinto.
  6. Cuando ha reducido un poco el vino, le añadimos agua y que vaya cociendo hasta que este tierna que sera el momento de añadirle el majado y esperar que se quede en su salsa.





domingo, 10 de julio de 2016

Caldo de Piedra

Este platillo culinario proviene desde la época prehispánica, así lo mencionan los habitantes de la comunidad chinanteca de San Felipe Usila, de la región de la Cuenca del Papaloapan en Oaxaca.
La elección de las piedras y su preparación forma parte de todo un ritual, para los chinantecos el caldo de piedra no es un platillo común, ya que tiene mucho significado que representa el amor hacia el prójimo, la unidad y la forma de trabajo colectivo. Cabe mencionar que en la elaboración de este platillo antiguo y simbólico las mujeres “no pueden y no deben” participar en su preparación, ya que este es un trabajo que sólo los hombres “deben” hacer, pues en los inicios de esta tradición, los hombres tenían que labrar enormes piedras junto al río; era (y es) un trabajo pesado.

Ingredientes

  •  500 Gramos de Filete de Pescado
  •  250 Gramos de Camarón
  •  2 Piezas de Jitomates medianos triturados
  •  1 Unidad de Cebolla trituradas
  •  1 Rama de Epazote
  •  1 Rama de Cilantro
  •  2 Piezas de Chiles verdes triturados
  •  1 Cucharada sopera de Sal
  •  2 Litros de Agua
  •  4 Unidades de Piedras de río que deben calentarse la rojo vivo para poder ser agregadas al recipiente con los ingredientes y el agua.







sábado, 9 de julio de 2016

Menú Bicentenario

El Chef Maximiliano Cáceres Cano elaboró un menú tradicional elaborado con ingredientes tradicionales de la región: humita, locro, guiso de las Posse, empanadas y guiso de charqui; para el postre, ambrosía y turrón de miel de caña. “Hicimos comparación de recetas para llegar a un origen y elegimos las que más se parecían a las de hace 200 años".










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