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sábado, 28 de diciembre de 2019

Cáscara de sandía fermentada


Para hacer este fermentado hay que pensar que no vamos a disponer de todo el vegetal de forma inmediata, sino que iremos añadiéndolo a medida que nos comamos la sandía. Una sandia puede durar varios días y no vamos a pelarla entera el primer día, sino que iremos aprovechando las cáscaras a medida que nos la vayamos comiendo.
Así que lo primero será preparar una salmuera, cuando tengamos ya los primeros restos de sandía disponibles.
Para preparar la salmuera, llenaremos hasta la mitad un frasco de litro o litro y medio con agua filtrada (sin cloro) y le echaremos una cucharada sopera de sal marina sin refinar. Removeremos muy bien hasta que esté completamente disuelta. Otra opción es hervir el agua y dejarla enfriar tras hacer la disolución.
Cerraremos este frasco y lo dejaremos tapado con un paño, a la espera de ir llenándolo con la sandía.
A partir de ahora, cada vez que comamos sandía, reservaremos las cáscaras y las pelaremos y trocearemos, introduciendo los trozos en el frasco, dejándolo reposar hasta la próxima ración de sandía.
Cada vez que introduzcamos los trozos de sandía conviene revolver y agitar el frasco. Con esta operación impedimos que algunos trozos de sandía queden en la superficie siempre y les salga moho. Haciendo esto estaremos seguros de que no se estropeará.
Hay que tener en cuenta que, con este sistema de introducir la sandía por entregas, habrá trozos de que estén más fermentados que otros. Los que lleven una semana estarán muy blandos, mientras que los recién introducidos estarán más duros. De esta forma podremos saber también qué punto de fermentación nos gusta más.
En lo personal, con tres días me gusta más, porque está “al dente”. Dejándola fermentar más días, como una semana, queda más blanda. Eso se percibe también por el color de los trozos. Los trozos blancos brillantes son los menos fermentados y a medida que están más tiempo fermentando se “pasan”. Se puede ver esto en el frasco.
A menos que se ponga un peso arriba, siempre habrá trozos que floten por encima de la superficie. Por eso hay que agitar el frasco varias veces al día.
Para saber en que momento hay que guardarlo en el frigorifico deberemos de medir el PH; sera “cuando el pH esté lo suficiéntemente bajo” es decir, cuando ya haya fermentado y haya producido ácido láctico.
Para la medicion necesitaremos un medidor de ph, sacaremos unos cuantos trozos de cascaras y los batiremos con la trituradora, y sobre esa liquido/pure mediremos el pH.
Seria optimo estar cerca del ph 3,3 del chucrut. Hay que tener en cuenta que la sandía es una fruta muy alcalina (entre 5,18 y 5,60).


Al sacar distintos trozos, algunos eran de pocos días (1 ó 2) y otros de casi una semana. Sin duda me gustan más los de fermentación intermedia, porque están un poco más duros. Debo decir que el sabor es parecido al del pepino, aunque sin llegar a ser tan fuerte. Al no tener un sabor demasiado determinante, conviene aliñarla con aceite y pimienta, o quizás de alguna otra forma (jengibre, especias, etc…). Posiblemente vaya bien acompañando pescados o carnes. Es cuestión de probar.



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