Se realiza en tres etapas, la primera incluye la cocción de los ingredientes en el fuego: crema espesa, yemas, vainilla, azúcar, etc. La segunda horneado. En la tercera la caramelización del azúcar que se ha espolvoreado en esta etapa para formar una costra dura. De esta forma contrasta la suavidad de la crema con su corteza.
Ingredientes
- 4 yemas de huevo
- 60 g. de azúcar
- 1 vaina de vainilla
- 500 ml. de nata líquida o crema de leche 35% M.G.
- 1 pizca de sal (2 gramos)
- Azúcar para espolvorear y luego quemar
Preparación
- Comenzamos preparando la base de agua en la que colocaremos nuestros moldes con la crême brûlée. Para ello llenamos de unos 3 dedos de agua, una bandeja grande en la que luego nos quepan los moldes que vayamos a utilizar para hornear la crema.
- Encendemos el horno a 160º C y ponemos la fuente con el agua en el horno. La intención es que el agua esté caliente en el momento en el que comencemos a hornear la crema.
- En una cazuela calentamos la nata con las semillas de la vaina de vainilla. Incorporamos también la propia vaina, una vez abierta. Calentamos la nata durante unos 10 minutos, teniendo mucho cuidado de que nunca llegue a hervir. Retiramos del fuego y dejamos que repose durante 20 minutos.
- En un bol batimos las yemas con el azúcar y una pizca de sal, hasta que tengamos una crema espumosa. Añadimos la nata poco a poco, colándola y sin parar de remover hasta integrarla con el resto de ingredientes.
- Volvemos a poner la crema en una cazuela y la cocinamos, sin parar de remover, a fuego medio durante unos minutos. Veremos como la crema empieza a espesar ligeramente.
- Vertemos la mezcla en los moldes que hayamos elegido para la crême brûlée y los colocamos dentro de la fuente que tenemos calentándose en el horno. El agua de la fuente debería llegar hasta más o menos la mitad de los molde con la crema.
- Horneado y quemado. Precalentamos el horno a 160º C durante 10 minutos. El horno debe estar caliente cuando metamos la crême brûlée. Horneamos durante 30 minutos a 160º C.
- Retiramos la bandeja del horno y dejemos que se enfríe la crema sobre una rejilla. No guardaremos las crême brûlée en el frigo hasta que se haya enfriado totalmente. Podemos dejarla de un día para otro.
- Cubrimos cada uno de los molde con 2 cucharadas de azúcar. Y con la ayuda de un quemador de cocina tostamos el azúcar superficial hasta que quede un caramelo. Sólo tiene que quedar con una fina capa que protegerá la crema.
- Dejamos que el caramelo se enfríe y se solidifique.
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