Cuando utilizamos avena sin fermentar nos comemos 2 grandes problemas: antinutrientes y almidones crudos o mal cocidos.
La avena arrollada, antes de consumirse, debe remojarse en agua (idealmente con algún medio ácido como vinagre, suero, kombucha, kéfir de agua o jugo de limón) no menos de 10 – 12 hs. y luego cocinarse (hervirse bien).
El consumo de avena arrollada cruda o tostada en forma habitual, trae tarde o temprano diferentes inflamaciones y afecciones digestivas, gases, alergias, colon irritable y la lista de síntomas sigue. Esto se debe a la ingesta de inhibidores enzimáticos, ácido fítico y lectinas que no han sido transformadas adecuadamente.
Fragmento de "La Avena Así No" por @alimentoyconciencia
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