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viernes, 27 de noviembre de 2015

(no)Queso curado de pipas de calabaza

Ingredientes:
  • 1/4 kilo de pipas de calabaza peladas y crudas
  • 1/2 cucharadita de cúrcuma
  • 1 cucharadita de sal marina integral
  • Zumo de 1/2 limón
  • 2 cucharadas soperas de levadura nutricional o de cerveza
  • 1 diente de ajo (sin pelar)
  • 1 trozo de jengibre (sin pelar)
  • Pimienta negra (unas cinco bolitas)
  • 1/2 cucharadita de semilla de cilantro seca
  • 1 cucharadita de cominos
  • 1 cucharadita de orégano
  • 1 toque de canela
  • Pimentón dulce al gusto
  • 1 vaso de agua
Procedimiento:
  1. Lo primero, como siempre, poner las pipas de calabaza a remojo toda la noche, no solo para ablandar, si no para activarlas y así poder asimilar mejor todos sus increíbles nutrientes. Son anti-inflamatorias, cardiosaludables, antioxidantes y antiparasitarias, son conocidas por sus beneficios para la próstata y la vejiga.También ayudan a regular el tránsito intestinal y son altamente recomendadas para las personas con diabetes puesto que son un estimulante para el páncreas, ayudándolo a regular los niveles de azúcar en sangre. Además ayudan a eliminar la excesiva mucosidad y a aumentar la memoria. Son una fuente de calcio, hierro, fósforo y potasio, y tienen vitaminas A, B, C y E.
  2. A la mañana siguiente, o al menos después de unas cuatro horas en agua, las lavamos bien y las ponemos en nuestra batidora, añadimos el vaso de agua y batimos bien hasta conseguir una crema espesa, suave y uniforme.
  3. Después añadimos el zumo de limón, la cúrcuma, la sal, la levadura nutricional (o de cerveza), el diente de ajo chafado (aplastado) con su piel, el trozo de jengibre con su piel, el orégano y la canela, y en un mortero mezclamos las bolitas de pimienta, las semillas de cilantro y los cominos, y lo machacamos para añadirlo al resto de ingredientes.
  4. Le damos de nuevo a la batidora para que se mezcle todo bien y probamos el punto, si nos gusta, vertemos esta crema espesa en una bolsa de tela y la colgamos toda la noche (un mínimo de ocho horas) para que vaya soltando poco a poco el suero (ese agüilla restante), de esa forma después curará, se fermentará y será más manejable.
  5. Transcurrido este tiempo, sacamos nuestro queso de la bolsa, ya estará más manejable y le damos forma con las manos (qué bonito trabajar con nuestras manos y darle esa energía especial a la comida), en un plato echamos pimentón dulce (o las especias que más nos apetezcan, también queda riquísimo y muy llamativo con orégano) y rebozamos nuestro queso.
  6. Lo ponemos sobre una rejilla, en un rinconcito agradable de nuestra cocina y lo damos la vuelta cada 12 horas, es decir, cada mañana y cada noche, así conseguiremos que cure bien por todos lados y que no se nos forme moho..
  7. En dos semana tendremos el queso curado.

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